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Después de decirle a Seungmin que no tenía el número de Minho, el trío comenzó su camino hacía su clase.

Jisung se sentía incómodo, y a pesar de Jeongin le caía bien, Seungmin le daba  mala espina, no le agraba, y sabía que eso se debía al interés del chico por Minho, ¿cómo iba a agradarle la persona que anda detrás del chico que le gusta? Aunque bueno, ni siquiera Minho sabía que le gustaba, y a parte el estado tan arruinado que estaba su relación, le jugaba varios puntos en contra.

Pero bueno, no conocía a otras personas en la universidad, y faltaba una semana todavía para que su novio ingresé a la universidad, así que tendría que ocultar su desagrado hacía Seungmin por unos días más sino quería estar solo.

—Jisung hyung, ¿usted conoce a Hyunjin hyung?— Preguntó Jeongin, mientras ambos salían del salón.

—Sí, aunque no tengo una relación cercana con él.

Jeongin asintió como respuesta, y segundos más tarde Seungmin se les unió a la caminata hacía la cafetería.

Jisung no hablaba mucho, sólo lo hacía cuando Jeongin lo incluía en la charla, pero vuelvo volvía a convertirse en invisible.

Los pasillos de la universidad eran largos, y su salón estaba un poco más lejos que el resto, así que tardaron aproximadamente 7 o 8 minutos en llegar.

Una vez ahí, Seungmin y Jeongin fueron a hacer la cola para comprar algo, mientras él fue a buscar un lugar para sentarse.

A pesar de que había varios alumnos, había muchas personas encargadas de atenderlos así que todo se volvía más dinámico.

Jisung estaba revisando su celular, no le estaba prestando atención a su entorno, hasta que escuchó su risa.

Levantó la cabeza, y lo vió.

Minho se acercaba a su mesa, pero no venía solo, a su lado estaba Seungmin y un poquito atrás de ellos estaban Jeongin con Hyunjin.

Bajo su cabeza rápidamente, e hizo como si no los había visto, ni escuchado nada.

—Jisung hyung, encontramos a Hyunjin y Minho y los invitamos, esperó no le moleste—. Habló Jeongin, antes de que los cuatros se sentarán.

—Está bien, no te preocupes—. Le respondió, pero Jeongin ya no le estaba prestando atención.

Nadie le estaba prestando atención.

De pronto, todo pareció desaparecer, y lo único que su campo visual  lograba percibir era la escena que tenía en frente.

Minho y Seungmin hablando animadamente, a la vez que reían y se sonreían, pareciera que ambos se encontraban en su propio mundo, desconectados de la realidad.

Un ardo empezó a recorderle todo el cuerpo, sus ojos se cristalizaron y su pecho empezó a doler, como sí alguien estuviera apretandolo quitándole la fuerza para continuar con su función.

Miró a Jeongin y a Hyunjin que se encontraban a su lado, y se dio cuenta que ellos también estaban en su propio mundo, entonces sintió de una manera tan penetrante aquel sentimiento de soledad.

Mayormente se sentía solo, pero era una soledad diferente. En el pasado, la persona que siempre le hacía compañía era Minho, él siempre se acercaba, lo incluía a las charlas y cuando el mundo lo ignoraba o no le daba atención, Minho estaba ahí para hacerlo sentir acompañado, para recordarle que a alguien le importaba.

Pero ahora, no había nadie a su lado, nadie lo hacía sentir acompañado, nadie logrado ocupar el lugar de Minho, y eso le dolía, porque posiblemente su lugar en la vida de Lee sea ocupado pronto y seguramente por alguien mejor, pero él aún seguía guardo el lugar de Minho para cuando él decida volver, aunque sabía que  no tenía mucha posibilidades de que eso pase. 

Miró a Minho, y se concentró en su sonrisa, no le importaba nada, sólo quería verlo sonreír, eso siempre le hacía bien y le disminuía la intensidad del fuego que lo quemaba por dentro. Nunca supo porque, pero la sonrisa de Minho podía curar cualquier mal, cuando veía sonreír a Minho, todo se coloreaba, era como sí su sonrisa fuera un remedio, para remediar cualquier dolor.

Vamos, sé fuerte, no llores. Se dijo así mismo, intentando contener las lágrimas que amenazaban con salir.

Fingió por tanto tiempo, ocultó sus emociones y sentimientos tan profundo que creyó que nadie lograría sacarlos a flote, sin embargo, ahora que lo tiene en frente, sonrió y siendo feliz por un razón ajena a él, aquel fuerte escudo que creó se cayó rompiéndose en mil y dejando al decubierto su frágil corazón.

Bruscamente se levantó de la mesa, y salió corriendo, con sus lágrimas corriendo por sus ojos, y su corazón ardiendo en el dolor.

me da mucha pena Jisung :((((

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me da mucha pena Jisung :((((


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