•『 ✶ Love story ✶ 』•

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—Le gustas—. Aseguró Hyunjin—. Apostaría todo mi dinero a ello.

Minho tomó un sorbo de su cafe, y se acomodó un poco mejor en la cama, para quedar de frente a su amigo.

—O sea, es demasiado raro que se...

—Hyunjin, antes de que llegáramos estaba con el celular, quizás se enteró de algo que hizo que se ponga así.

—¿Sos pelotudo? Minho, de acá hasta Latinoamérica se nota que le gustas, ¿no viste como te miraba?

Claro que Minho lo vió, estuvo pendiente de cada movimiento del menor, incluso logró ver cuando Jisung sonría incoscientemente cuando lo miraba, también notó que el menor no estaba bien, pero tuvo que luchar contra sus impulsos de querer ir a abrazarlo y consolarlo.

—¿Latinoamérica?— Preguntó Lee, tratando de cambiar de tema.

Hyunjin enojado le lanzó una almohada que le dio en la cara, y se alejó rápido para que el mayor no lo golpee.

—¡Deberías hablarle! Vamos amigo, no seas cobarde.

—Hyunjin no es tan fácil como crees, yo... no quiero ser quien tome la iniciativa.

—Pareces un nene pequño con esa postura.

Minho frunció las cejas.

—Hyunjin, tú no sabes lo que dolía ser ignorado por él, así que te pido que no me digas que hacer, no me presiones, esto para mí es difícil.

—Lo siento...

Minho se levantó de la cama y se puso sus pantuflas.

—Esta bien, me voy, quiero dormir un poco.

Hyunjin lo acompaño hasta la puerta, y lo despidió con un abrazo.

—Perdón, no quería hacerte sentir mal.

—Está bien, no te preocupes.

—Te quiero Minho—. Susurró avergonzado.

Minho rompió el abrazo, y miró a Hyunjin.

—¿Hwang Hyunjin acaba de decir que me quiere sin sarcasmo o en broma?

—Vete~.

—También te quiero, te veo mañana.

Agitó su mano antes de que la puerta del ascensor se cerrada, despidiéndose de Hyunjin.

Después de salir corriendo de la cafetería, fue directamente a su cuarto, como es el primer día, la clase se basó en una corta introducción de lo que verían en el año, por eso, la clase sólo se realizó en un bloque, así que tenía el resto del día libre para llorar mientras pensaba en cierto peli-azul. 

Se tiró a la cama y cubrió todo su cuerpo con las sábanas, dejando que las lágrimas salgan.

¿Por qué todo se ponía en su contra? Sabía que no tenia derecho a reclamar nada, él hizo las cosas mal y cometió errores, y se arrepentia, pero no sabía como arreglar todo lo que su disparó rompió.

No se dio cuenta en su momento, recién estaba entrando en el juego, no sabía como usarlo o manejarlo, ni siquiera él sabía que armamento tenía, simplemente se lanzó y disparó, sin darle dirección a su disparo y eso le jugo en contra, porque las balas volvieron a él, creandole una gran herida que con el paso del tiempo se iba agrandando.

Ahora entendia el juego, ahora sabía que arma tenía, el problema era que la jugada ya fue hecha, ahora debería dejar las armas y bajarse del juego, debía tirar sus cartas y arriesgar, sin tener alguna jugada preparada, porque si volvía a disparar sin pensarlo antes, eso podría dar en el mismo lugar que su primer disparo.

—Jisung hyung—. Unos golpes se escucharon, y luego nuevamente la voz—. Soy Jeongin.

Han rápidamente se levantó y fue al baño, para echarse un poco de agua, e ir a abrir.

—Hola Jeongin, ¿paso algo?— Preguntó asomando su cabeza por la puerta, sin  salir del departamento.

—Sólo quería saber si esta bien, salió corriendo de la cafetería, y se lo veía mal.

Jisung le sonrió falsamente, tratando de hablar lo más estable posible.

—Estoy bien, tenía que hacer algo y me olvidé de ello, gracias por preocuparte.

—Compré una merienda para usted—. Murmuró con un poco de timidez.

Jisung suspiro, dejando caer otra barrera, y se corrió de la puerta, para que Jeongin entrará.

—No estoy bien, más no quiero hablar de eso, pero si me haces compañia, quizás me sienta mejor—. Verbalizó, escongiendose de hombros.

—¡Lo haré sentir mejor!

Fueron a la cama y comezaron q comer lo que el menor había traído, mientras hacían preguntas para poder conocerse mejor.

Pasaron alrededor de unos 15 minutos, hasta que la puerta fue abierta.

—Hola Minho hyung—. Le saludó alegremente Jeongin.

Minho le devolvió el saludo con una simple sonrisa.

Entró a la habitación, y fue directamente a la cocina, ignorando por completo a Jisung, como si no estuviera ahí, mirándolo y pidiéndole con los ojos brillosos que también lo saludé a él, que no actúe como si no existiera.

Jeongin podría parecer inocente e ignorante, pero no lo era, observó a ambos en la cafetería, también la forma en la que Jisung negaba ser cercano a Minho, pero lo miraba con arrepintimiento e ilusión, y la forma tan cautelosa en la que Minho lo miraba, como si no quisiera que Jisung lo descubriera.

Entre ellos había algo, y lo averiguaria.

Siento que le voy a dar un final de mierda a este fic, pq no tengo mucha inspiración