Tentación Italiana © #1 [+21]

Capítulo 5

A lo lejos

Alessandro

Me coloque los anteojos negros enfocando mis ojos en la increíble vista Italiana que tenía desde mi mansión, disfrutando la tranquilidad de la mañana al igual que la brisa mover mi cabello húmedo por la ducha. Issac había llamado a último momento avisándome que ya tenía a la hermana mayor de Nicole con él y estaban viniendo para acá como habíamos acordado ayer por el mediodía antes que se fuera a hacer su trabajo por mí.

—Jefe— me llamo Maximiliano mirándome fijamente— Su padre llego hace unos minutos.

—Dile que me morí— le conteste molesto cruzándome de brazos.

—Insiste en querer verlo, comentó que no se moverá de su casa hasta no verlo— me dice y rodé los ojos.

—Si llega Isaac díganle que espere— les dije a dos de mis hombres que asintieron con firmeza y me encamine a la entrada de la casa pasando de largo la cocina donde estaban trabajando hasta llegar al living.

Enzo Lombardi, el mayor y admirado mafioso italiano desde que empezó su carrera en este mundo lleno de perversión, drogas, tráfico de mujeres al igual que dinero por donde nadie lo vea. Aunque sea un hombre mayor no estaba del todo retirado del mando de la mafia porque tanto mi hermano mayor como yo, no le hemos dado nietos que pueden ser los hederos de su fortuna al igual que las riquezas que ejerce en otros países. Un hombre frío, calculador y admirado por todos, temidos por los demás que creen que es un arma mortal a la hora de matar cuando le deben algo o lo apuñalan por la espalda.

—¿Por qué no quieres ver a este viejo, Alessandro? — me pregunta molesto levantándose del sofá para encaminarse a mí y apretar mi hombro en forma de saludo.

—Tengo trabajo que hacer, padre— le respondí educadamente mirándolo a los ojos. —¿A qué se debe tu visita acá?

—¿Por qué no viniste el otro día a la casa? — me pregunta— Tu madre estaba esperando a que vinieras. Te quería presentar a alguien importante, hijo.

—Tuve un viaje de último momento— hable seriamente— Sabes que no quiero tener nada con nadie, le he dejado en claro a madre varias veces y ella sigue insistiendo en eso.

—Ven al almuerzo que haremos mañana, tienes que estar presente porque vendrán varios socios importantes y también hablaremos de la nueva mercancía— me comenta estirando sus brazos y acomodando su traje. — Y no acepto un NO, porque si veo mal a tu madre voy a golpearte yo mismo, Alessandro.

Unos pasos elegantes de tacón se empezaron a escuchar golpeando la cerámica a medida que caminaba, directamente mis ojos volaron a esa dirección encontrándome con la figura de Nicole vistiendo un vestido blanco con unos tacones dorados dejando a la vista sus brazos desnudos y manteniendo el cabello negro recogido en una coleta alta con unos mechones sueltos, sus labios pintados de color claro al igual que sus pestañas arqueadas dándole un toque fino y exquisito dejando que pueda admirar su belleza.