Capítulo 7

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Vita mia


Alessandro.

Solté el humo del cigarrillo dejando que se esparza por el aire mirando atentamente como dos de mis hombres se encargaban de golpear el rostro del imbécil estadounidense que me debe tanto dinero y todavía darme la mercancía que tiene en sus manos hace como dos meses atrás, pero siempre esperaba un buen momento para atacar luego antes por la espaldas y dejar que mi victima disfrute sus últimos días en vida. Isaac se mantenía a un lado mío contando los fajos de billetes junto con otro hombre más hasta que cuando terminaron un hombre de mi bando agarro un bolso y le dejó uno a mi socio por el trabajo en conjunto como siempre solemos realizar.

—¿Dejaste que las hermanas Patterson se encontrarán? — me preguntó curioso mi mejor amigo elevando una de sus cejas y tiró al suelo el cigarrillo para luego pisarlo.

—No— le respondí encaminándome directamente a la salida del lugar y siendo seguido por mi hombre que tenía el bolso negro con el dinero— Mátenlo y llévenle uno de sus dedos a su jefe, para que enteré que con la mafia italiana nadie no se jode.

—Y no sé qué estás esperando— me dice acercándose a su chófer que guardo su bolso en el baúl de su camioneta y me encogí de hombros— Tendrías que ver el lado positivo a la situación, las tienes a las hermanas en la misma mansión y Lorenzo está en busca de ellas como loco.

—Y tendrás a Celestine— le comenté apagando mi cigarrillo con el zapato y solté el humo— Mejor dispersarlas en distintos lados y que ese idiota se vuelva un loco en busca de ellas.

—¿Por qué querría a la novia fugitiva? — me preguntó soltando una pequeña risa— Sabes que esos temas de secuestro y andar de niñero no va conmigo, Alessandro. Una cosa es ayudarte dándote una mano y otra es el secuestro.

—Porque te conviene tenerla, cumplir sus caprichos y lo que ella quiera con total que mantenga la boca cerrada— le respondí acomodándome el saco negro y me coloque los lentes oscuros— Tengo una Patterson y tú te quedas con la loca Patterson, pero hazla mantener la boca cerrada e intenta meterle sedantes si se descontrola.

—Lo haré, pero al menos deja que se vean. Son hermanas después de todo— me dice seriamente subiéndose a la parte trasera de su vehículo— Vendré en una o dos horas a buscarla. Nos vemos.

Me dirigí a la camioneta negra Ford Explorer, le indique al guardaespaldas que comenzará a conducir mientras centraba mis ojos en el celular donde tenía un mensaje de una vieja amiga quería que nos veamos esta noche, pero no tenía ganas así que la rechacé al instante para solo mirar atentamente la habitación donde se encuentra Nicole colocándose un vestido azul con tiras que se sujetan a sus hombros y luego colocarse los zapatos negros de tacón, tenía que tener demasiada seguridad al igual que cámaras por toda la mansión sabiendo los movimientos de cada persona que la habita y que no haya de por medio un soplón que quiera rebanarme el cuello.

Tentación Italiana © #1 [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora