Tentación Italiana © #1 [+21]

Capítulo 33

Lazos y venganzas.

Nicole.

Solté un bufido debido a lo irritable que me encuentro desde lejos como el tal Guido junto con Ignazio, se mantienen sentados en los asientos blancos contando la gran cantidad de dinero y armas que Gerónimo con anterioridad le había lanzado al centro de la mesa, mientras que mi hermano menor Jordan mantiene sus ojos puestos en algún punto de las grandes variedades de rocas y algunos barcos tanto pequeños como grandes, pero ninguno se compara al lujoso yate en el que nos encontramos que está siendo dirigido por dos hombres que se mantiene arriba de todo en la cabina.

La vista del increíble paisaje es agradable al igual que el calor del verano sintiéndose en mi piel al quemarme, pero no me importaba cuando me encaminé hasta una pequeña mochila donde saque un envoltorio de un sándwich que antes no había comido desde ayer y preste atención en el sobre blanco que sigue acompañándome conmigo.

—Es ahora o nunca— solté en voz baja agarrándolo entre mis manos.

—¿A dónde vas? — me pregunta curioso Jordan cuando paso por su lado.

—Iré hasta la cocina. Necesito tomar una pastilla— le miento y él asiente volviendo a lo suyo.

Pase de largo a los hombres que siguen con su trabajo hasta llegar a la puerta donde abrí para adentrarme al pequeño pasillo donde se encuentra la cocina y justamente Francesco se mantiene sirviéndose un vaso de agua y almorzando un sándwich que la mujer pelirroja mayor le había preparado.

—¿Necesita algo, señorita Nicole? — me pregunta curioso y negué con la cabeza sentándome a su lado. — Estoy a su disposición.

—Quiero que localices a una persona— le comentó seriamente dejando el sobre en mis piernas desnudas por el short de jeans que llevó— Y me digas inmediatamente.

—En seguida lo haré. ¿Quién es? — me dice terminando de comer y se levanta de su lugar.

Le susurré el nombre de la persona, Francesco me miró sorprendido y no articulo palabra alguna, solo asintió con la cabeza para salir del lugar dejándome sola con la señora encargada de la cocina que se mantiene preparando algún postre, pero solo la ignore concentrándome en el sobre que mantengo conmigo desde hace mucho tiempo y me he negado a abrirlo por miedo, quizás el resultado sea estúpido saberlo ahora mismo después de que pasarán días desde que me lo he hecho, pero el miedo y el pánico jugándome una mala pasada no han podido soportar saber la noticia que me espera ahora en adelante, las dudas y mis lágrimas sumergirme en un abismo no me han dejado.

Empecé a leer detalladamente la letra impresa, cada número y si mantengo alguna enfermedad en mi sistema.

Pero no. No tengo ninguna enfermedad en mi sistema y tampoco se registra un embarazo.