Capítulo 14

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Sangre.


Hamburgo, Alemania.


Alessandro.


Sangre por todo el piso al igual que pequeñas gotas en los ventanales de vidrio del gran edificio que daba una buena vista a la ciudad de Alemania, el sonido de balas golpear fuertemente la cerámica del suelo y un sollozo se pudo escuchar claro debido al sufrimiento que está sufriendo la víctima en este momento. Sus manos atadas a un cable al igual que sus piernas separadas amarradas a las patas delanteras de la silla de madera, su boca malditamente asquerosa sin rastros de su lengua cubierta de sangre y sus ojos cerrados debido al cansancio que estaba queriendo vencer su cuerpo.

—¿Has aprendido la maldita lección? — le pregunté agarrando una silla para sentarme al frente suyo y él levanto un poco la cabeza para verme— No te metas con un Lombardi, sabes lo que pasa si a uno de ellos no le pagas lo que pactan y más si te topas en el camino con el Diavolo.

—Sí, ya.... Ahora mismo le pido...a uno de mis hombros que coloque todo su dinero en el bolso....— me dice con dificultad al hablar y me levanté del asiento acomodándome un poco las mangas de mi camisa manchada con su sangre.

—Me alegra escuchar que eso sea lo último que digas, señor Friedrich Meyer— hable tranquilo apuntándole con mi arma la frente y sin vueltas atrás le solté un tiro mirando como su cabeza se inclinaba para atrás con los ojos abiertos. —Maximiliano.

Mi guardaespaldas se acercó al lugar y con una mirada entendiendo que este desastre tendría que ser limpiado, así que con ayuda de tres hombres más limpiaron un poco dejando el cuerpo como estaba para que los oficiales crean que esto lo hizo alguien más, ellos no se meten con nosotros que somos la mafia, están de nuestro lado al igual que mantener sus ojos abiertos en otro lado antes de prestar atención a lo que hacemos para algo le pagamos dejando que mantengan su silencio y hagan como si nada pasará. Desde la época que mi abuelo, el padre de Enzo Lombardi, se ha comprado el silencio absoluto de los policías en las tierras italianas debido a nuestra industria y por ser la cabeza del imperio Lombardi, los tratos sucios y asesinatos despiadados lo hacíamos pero los oficiales no meten sus narices en nuestros asuntos y nosotros en los suyos tampoco, quizás comprábamos su silencio para que sepan que las mafias mandan en el campo del juego y no ellos que se creen la ley.

—Tengo los bolsos con su dinero, señor— me habla Guido, un guardaespaldas cargando dos bolsos negros llenos de mi maldito dinero y un maletín— Su ropa limpia está en la habitación siguiente.

—Guarden todo en la camioneta y esperen— le avise fríamente encaminándome a la habitación siguiente que estaba al cuidado de dos hombres más míos.

Tentación Italiana © #1 [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora