CAPITULO 76

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Todo había sido bastante silencioso desde que salieron del centro comercial, ninguno de los tres miembros de la familia sabía exactamente qué decir, Erik estaba furioso a pesar de parecer calmado, Nessa aún era incapaz de comprender como un padre podía tratar de esa forma a su hijo y Lucas solo se limitaba a darle rápidas miradas a su esposo. Sabía de primera mano que cuando cosas de este estilo ocurrían lo último que necesitaba era un discurso para hacerle saber que lo amaba y apoyaba, había aprendido con los años que a veces era mejor dejarlo ordenar sus ideas durante algunas horas para luego empezar a hablar sobre eso

Justo por esa razón, al castaño no le extrañó el hecho de que el mayor se encerrara en su taller nada más puso un pie en el departamento. Por lo que él se encargó de ponerle una compresa fría en el brazo a su hija para después tomar una ducha y ayudar a pequeña a peinar su cabello como hacía todos los días, esperando así dejar de lado el incidente de hace algunas horas

- Nunca lo había visto tan molesto

- Bueno, no podemos culparlo - murmuró con cierta amargura el ojiverde mientras peinaba el largo cabello de su hija- además gran parte de su molestia por haber permitido que su propia madre te pusiera la mano encima y te lastimara así fuera un poco

- Eso no fue su culpa- volvió a poner su mano sobre la zona del brazo por donde fue jalada, sintiendo una molestia al hacerlo- ¿Tus padres son igual que ellos?- cuestionó con tristeza, haciendo que el castaño suspirara con pesar

- Algo así

- ¿A qué te refieres?

- Digamos que mi caso y el de tu padre son algo distintos peque- de verdad trató con todas sus fuerzas no dejar ver una mueca de tristeza al recordar su pasado pero al parecer eso le fue imposible

- ¿Puedo saber qué pasó? - ¿Estaba pidiendo permiso? Pues si, eso era justo lo que hacía. Después de todo ella misma sabía lo que era tener un pasado y no querer contarlo y así como sus padres respetaron eso ella haría lo mismo con ellos

Lucas, por otra parte, no pudo evitar sentir sopresa al escuchar como su hija le pedía permiso para saber lo que les había pasado a ambos aunque tampoco es como si tuvieran pensado ocultárselo

- Digamos que no es precisamente una historia linda, si tuviera que ponerle una etiqueta creo que sería "decepcionante"- habló el mayor de los castaños, acomodándose mejor en la cama de la ojiazul siendo imitando por esta- en sí nuestras infancias fueron normales por así decirlo, mis padres son demasiado religiosos así como el resto de mi familia y Erik viene de una familia donde prácticamente todos son bastantes machistas. Particularmente nunca me afectó mucho que mi familia fuera tan creyente porque dentro de todo crecí como un niño normal aunque, no puedo decir lo mismo de tu padre, crecer en un ambiente machista nunca le gustó. No le gustaba ver como sus tíos y su padre trataban a todas la mujeres de la familia como sirvientas, como personas que no podían opinar sobre temas importantes o sobre cosas que incluso las afectaba a ellas y si bien su padre no maltrataba a su madre todos los días si hubo varias ocasiones en donde la golpeaba simplemente por estar enojado o por no hacerle caso. No era tan común que esas cosas pasarán pero cuando ocurrían Erik solía ponerse en medio y decirle a su padre que se detuviera aunque eso solo hacía que lo golpearan a él también. Aunque fuera de eso, como tal la vida de ambos fue bastante tranquila, los problemas llegaron cuando nuestros padres supieron que éramos gays- sentía un nudo y una acidez en el estómago de solo recordar eso- por mi parte, yo mismo se los dije, sinceramente creí que ellos me seguirían amando y apoyando a pesar de todo pero me equivoqué. Cuando lo supieron empezaron a decir que me iba a ir a infierno, que era un pecador y que solo podría "curarme" si me hacían un exorcismo para sacarme al diablo que había entrado en mi, que iban a llevarme a una terapia de reconversión para así curarme. Recuerdo haberles dicho que todo estaba bien conmigo, que no tenía nada malo pero ellos no pudieron entenderlo así que me echaron de la casa ese mismo día, debían ser más de las 11 de la noche cuando me botaron de casa. De ahí en adelante las cosas fueron duras pero logré hacer lo mejor que podía, me quedaba en casa de amigos mientras trabajaba y estudiaba y pues, aún seguía amando a mis padres y al resto de mi familia. Intenté contactar con ellos muchas veces y poder volver a ser la familia que éramos antes pero ellos solo decían que era un pecador y que nunca podrían estar cerca o de acuerdo con algo del diablo, honestamente, dejé de buscar cualquier tipo de contacto con ellos desde que conocí a tu padre y él me hizo entender que ellos nunca cambiarían, que no valía la pena seguir torturándome con eso

𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐒𝐔𝐍𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora