𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐒𝐔𝐍𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑

CAPITULO 22

En verdad no lo podía creer estaba allí con él, con el chico que ella consideraba un hermano mayor, un hermano que nunca pensó volver a ver y sin embargo, estaba ahí, a su lado, aunque eso hubiese significado dejar en segundo plano la salida con amigos en la que el joven adolescente se encontraba

- Vaya, no sé si está cuidad es muy pequeña o ustedes dos tienen demasiada suerte- teorizó una sonriente pelirroja, causando una risa por parte de los mayores y el rubio

- Cosas del destino Verónica, le dije que no iba a librarse de mi tan fácil- respondió el ojiazabache despeinando a la castaña, quien sin darse cuenta tenía un puchero adornando su rostro

- La paz duró poco- Chris soltó una carcajada seguido del resto de adultos. Honestamente la menor no decía eso en serio, extrañó tanto la compañía de su ex compañero de cuarto que volver a verlo aún le parece algo irreal

- ¿No hay problemas con que estés aquí?- interrogó el azabache captando la atención del joven- Me refiero a ¿Si a tus padres no les importa?

- Oh no se preocupe señor Erik, estoy muy seguro que a ellos no les molesta aunque, será mejor que les diga en donde estoy con todo esto pasé por alto ese detalle- y no era mentira lo que decía, entre volver a encontrarse con Nessa y la ojiesmeralda y conocer a los que ahora eran legalmente los padres de la castaña, se le había olvidado por completo el tema de sus padres

Sin embargo, pudo notar que eso no fue lo único que su mente no tomó en cuenta y que recordó de golpe de solo ver su mochila. El chico de cabello dorado sonrió al saber lo que había dentro de aquel accesorio por lo que se apresuró en mandarle un mensaje a sus padres adoptivos explicándoles de forma rápida la situación, para después, abrir su bolso con entusiasmo

- Nessa- la pequeña dirigió su mirada al escuchar su nombre salir de los labios del adolescente- ¿Sabes princesa? Tengo algo para tí, quizás te ayude como lo hizo conmigo cuando tenía tu edad

Espera ¿Por qué esas palabras le resultaban tan familiares?. No pasaron ni 3 segundos cuando la ojiazul comprendió porque Chris decía aquella oración y, al entender esto sus ojos casi al instante comenzaron a cristalizarse, sobre todo al ver aquel conejo de peluche salir de la mochila del mayor

- Si algún día nos volvíamos a ver, te lo devolvería y te lo regalaría como lo hice la primera vez- recitó con un tono cálido en su voz- esa fue nuestra promesa ¿Pensaste que lo olvidaría?- la castaña no supo que responder ante esa pregunta, solo tomó al animal de felpa entre sus manos y lo detalló con sus dedos, recorriendo con ellos cada costura y con eso, dando paso a muchos recuerdos de los momentos vividos junto al ojiazabache

- ¿Qué hacía en tu mochila?- fue la primera pregunta que pasó por su mente, ¿Acaso el ya sabía que ella estaría allí?, No eso era imposible a juzgar por su reacción al verla y el hecho de que estaba en principio en una salida de amigos, pero entonces ¿Por qué lo llevaba consigo?

- Lo llevo a cualquier sitio a donde vaya, no podía hacer mucho más que mandar cartas al orfanato por lo que no sabía nada de ti y no lo sé, creí prudente llevarlo conmigo a todos lados, así si te volvía a ver podía cumplir nuestra promesa - explicó con una sonrisa tan cariñosa que logró hacer a la pequeña derramar las lágrimas que intentaba contener desde hace algunos minutos

- No tenías como saber que ya no estaba en el orfanato

- Es verdad pero, ya sabes lo que dicen - acarició los largos cabellos de la ojiazul- la esperanza es lo último que se pierde ¿No?

Los tres adultos que había decidido mantenerse al margen de la situación, no pudieron evitar mirar la escena con dulzura aunque, cada parte tenía un sentimiento en particular ante lo que estaba ocurriendo