CAPITULO 42

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A pesar de estar en primavera, en el ambiente no se sentía para nada algún sentimiento alegre o vivaz tan características de esta estación, al contrario, el cielo estaba gris con obvias señales de que en cualquier momento empezaría a caer una tormenta y el frío que se percibía parecía digno de un día de invierno. Y la verdad es que, a los Hamilton parecía no importarles, si eran completamente honestos el clima de aquel día era acordé con lo que sentían los tres integrantes de aquella pequeña familia

La noche anterior fue dura, Nessa no había parado de llorar, solo lograron hacerla dormír por 3 horas e incluso no quiso tomar ni un bocado de su desayuno a pesar de la insistencia de Erik y Lucas. Todo esto solo angustiaba aún más a ambos hombres sobre la estadía de su hija en aquel hospital, solo la verían 2 veces al mes y podrían hablar con ella unas 4. Sinceramente estaban empezando a pensar que esto tal vez era un error pero, para este punto ya era tarde para eso, sobre todo si tenían en cuenta que ahora mismos estaban frente al lugar en donde su pequeña iba a pasar los próximos 3 meses

- Muy bien Stone, aquí están todas las pertenencias de Nessa- aseguró el azabache dejando caer la maleta que traía al suelo frente al pelirosa

- También escribimos una lista de cosas que la calman cuando le da algún tipo de ataque- ahora la palabra fue tomada por el menor de los hombres- quizás sea algo tonto pero, estaríamos un poco más tranquilos si tienes la lista- comentó abrazando con más fuerza a la ojiazul, quien estaba siendo cargada por él desde que habían bajado del auto

- No es tonto Lucas, eso nos podría ayudar bastante- una sonrisa tranquilizadora se hizo presente en los labios de Tobias, esperando transmitirle un poco de calma no solo a Erik y Lucas, sino también a la pequeña que no dejaba de temblar desde que habían llegado a la entrada del hospital

Sin embargo, un silencio incómodo se apoderó del ambiente. Todos sabían lo que pasaría a continuación y parecía como si ninguno de ellos supiera como dar ese paso. Era algo obvio que ni Erik ni Lucas estaban listos para dejar allí a su hija y Nessa no estaba en el mejor estado en ese momento, pero a pesar de eso Tobias sabía que no podían seguir alargando esto momento. Con cautela se acercó  hacía el ojiverde y acarició con suavidad la espalda de la castaña menor

- Bien Nessa, es momento de entrar- el pelirosa pudo sentir de inmediato la tensión en el cuerpo de la niña, quien solo se aferró con más fuerza a Lucas

- Vamos peque, todo estará bien, Stone va a cuidarte- recordó el menor de los hombres besando con cariño la cabeza de la ojiazul

-  No quiero, me retracto, no quiero hacer esto- murmuró la pequeña entre lágrimas tomando por sorpresa a Erik y Lucas, cosa que no pasó desaparecida por Tobias

Nessa nunca se había comportado de esta manera, a decir verdad, ella siempre había sido muy calmada y madura en este tipo de situaciones, nunca les había causado algún problema. Ellos no sabían cómo actuar y Stone sabía que era el momento de intervenir

- De acuerdo Nessa, ya es hora debemos entrar- trataba de alejarla de los brazos del ojiverde, lo cual no estaba siendo algo sencillo

- No, no quiero- esta vez su tono de voz era más alto, trataba con todas sus fuerzas de no ser apartada del castaño, aunque parece no estar dando resultado ya que, no solo el doctor trataba de separarla del menor de los hombres, sino que también estaba recibiendo la ayuda del matrimonio Hamilton

- Princesa, vamos ya es suficiente- había un claro tono de súplica en la voz del azabache, quien junto a su esposo, hacían su mejor esfuerzo para mantenerse lo más tranquilos y sensatos posibles

- ¡¡No!! ¡¡Erik, Lucas, por favor, no quiero!! - el ojigris y el castaño podían sentir con una fuerza casi animal como su pecho dolía de solo escucharla

La escena simplemente les estaba ganando, ver a su hija con salvajes y amargas  lágrimas correr por sus mejillas, sus hermosos ojos estaban ahora rojos e hinchados, sus mejillas fuertemente sonrojadas, veían de primera mano la desesperación y el terror en sus ojos, jamás la habían visto así ni siquiera durante las últimas semanas dónde había estado más vulnerable que nunca. Ella estaba asustada y no sabían que hacer

- Bien chicos, hay que parar esto, está demasiado alterada- el pelirosa detuvo cualquier intento de alejar a la castaña del menor de los hombres al notar que en cualquier momento podría darle algún ataque. Había que hacer esto de otra forma

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Stone leía detenida y tranquilamente la lista que Erik y Lucas le habían dado con respecto a las cosas que calmaban a Nessa. Lo único que pudo hacer fue soltar un largo suspiro mientras volvía a observar aquella hoja, no era ninguna duda para él que tanto el azabache como el castaño eran grandes padres, habían tratado de hacer lo mejor para Nessa sin embargo, este caso estaba empezando a complicarse

- Ya se durmió- una voz lo sacó de sus pensamientos, levantó su mirada para ver al matrimonio Hamilton salir de la habitación donde su hija iba a quedarse

- Eso está perfecto chicos- les dió una pequeña sonrisa- de aquí en adelante yo me encargaré de Nessa, pueden irse- ambos hombres intercambiaron miradas al oir sus palabras- traten de mantener la calma, personalmente me encargaré de hacerles saber si algo va mal y...

- Tobias- Erik interrumpió en seco lo que sea que estuviera diciendo en pelirosa- solo necesito que nos asegures que todo estará bien, que puedes ayudar a nuestra hija

Stone sintió como las miradas de ambos hombres se clavaron en el, sentía en el fondo de su ser el miedo, la ansiedad y la incertidumbre que ellos sentían. Se percató como el castaño abrazaba con fuerza el brazo de su esposo y como lentamente los ojos de ambos se iban colocando brillosos

- Escuchen, como doctor no puedo prometerles o asegurarles que todo saldrá execelente- confesó con pena, y observó como eso parecía ser un fuerte golpe para Erik y Lucas- sin embargo si puedo prometerles esto, haré hasta lo imposible para que Nessa pueda mejorar, incluso si no se logra a un 100% les puedo asegurar que nada de esto será en vano

Esas palabras parecían ser suficiente para el matrimonio Hamilton quienes, luego de limpiar algunas lágrimas salvajes que corrían por sus mejillas, le dieron las gracias para luego salir en silencio del hospital

- Esto será difícil- murmuró el pelirosa dando un vistazo hacía la pequeña ventana que tenía la puerta de la habitación de Nessa, viendo como la pequeña estaba dormida en la cama, abrazando con fuerza su conejo de felpa, con obvios rastros de lágrimas en sus mejillas- daré mi mejor esfuerzo Nessa, eso te lo prometo, asi que trata de hacer lo mismo ¿Ok?

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Espero que les esté gustando la historia, de ser así, por favor voten y dejen sus comentarios

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𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐒𝐔𝐍𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora