- Tory, nena deja de llorar, colocaste mal los cubiertos en la mesa, debía castigarte por eso ¿Lo entiendes verdad?- preguntó aquel desquiciado con esa maldita sonrisa de principe en su rostro, colocando acondicionador en el cabello de una castaña que solo podía mirarlo con odio y lágrimas en sus ojos
Esto ya se había vuelto prácticamente una rutina desde que había llegado hace ya 2 meses, vaya.... 2 meses, sentía que llevaba ahí mucho más tiempo
Despertaba cada mañana solo para cumplir las órdenes de ese hombre que no dejaba de llamarla Tory, hacía todo lo que le pedía, ponía la mesa, limpiaba las habitaciones, incluso le estaba haciendo tomar clases de piano que el mismo impartía y el más mínimo error hacía que ese hombre, que aparentaba ser alguien correcto, perdiera por completo el control. Golpes, latigazos, quemaduras eran algunas de las cosas que hacía mientras la amarraba a la cama para poder tocarla hasta que "aprendiera la lección", a veces peleaba, trataba de alejarlo pero eso solo lo enfurecía más y hacía que su castigo fuera peor de lo que normalmente era. Y lo más cínico de toda esa situación es que luego de que le hiciera todo eso, ese monstruo la bañaba y vestía mientras la convencía de que lo que estaba haciendo era lo correcto
Lo único que la mantenía a flote era Lexy, esa pequeña bebé que no dejaba de sonreír a penas veía a la castaña. Había descubierto el nombre de la bebé en una de las frazadas que había en la cuna, seguía sin saber si esa bebé era en verdad hija de aquel hombre o no pero eso en verdad no le importaba
Para su suerte y tranquilidad ese demente no parecía tener ningún tipo de interés en Lexy, él únicamente le daba las cosas necesarias para que ella pudiera encargarse de la bebé y esa era la ÚNICA cosa que le agradecía a ese hombre
Era algo difícil, es decir estaba literalmente presa en esa casa, siguiendo las órdenes de un desquiciado, temiendo hacer algo que él pueda considerar como un error y no conforme con eso debía cuidar y proteger a Lexy, trataba que la pequeña no escuchara ni viera nada, solía encerrarla en el closet para lograr eso pero era duro, era duro escucharla llorar y saber que no podía hacer nada para calmarla
- Ahora sal de aquí y ve con esa mocosa, sus llantos empiezan a darme dolor de cabeza- no tuvo que decir nada más. Nessa corrió de inmediato hacía la habitación para abrir el closet y tomar a Lexy entre sus brazos, le rompió el corazón verla alzar sus brazos hacia ella con su cara roja debido al llanto
- Sshh, calma Lexy, aquí estoy, estoy bien- susurraba con voz suave esperando poder calmarla, acariciaba la espalda y el rubio cabello de la pequeña en un intento de reconfortarla, lo cuál logró luego de algunos minutos- ¿Viste? No fue tan difícil Ahora vamos a preparar tu comida ¿De acuerdo?- pudo ver a la pequeña jugar con su largo cabello, parecía prestarle más atención a eso a lo que le estaba diciendo- ¿Para qué hablo contigo? No entiendes ni una sola palabra
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- De acuerdo haz que esa mocosa deje de llorar en este momento, mañana debo levantarme temprano para trabajar- ordenó un malhumorado hombre frente a la habitación donde mantenía encerrada a ambas niñas
- Es una bebé, es lo que hacen- comentó la castaña mirando con odio a ese monstruo- si no querías a alguien que interrumpiera tu sueño de princesa, no debiste secuestrar a esta bebé en primer lugar- ¿Qué diablos estaba haciendo? ¿En verdad estaba peleando con el hombre que se ha encargado de secuestrarla y abusar de ella por los últimos 2 meses?- así que cierra la maldita boca y deja que yo me encargué de esto, no quiero tus asquerosas cerca de Lexy- el cansancio y la falta de sueño la tenía irritada, no entró en razón hasta que vio la mirada sombría de aquel demente
- ¿Cómo te atreves a hablarme así Tory? Soy tu padre niña insolente- pudo escuchar con claridad la rabia en su voz aunque ya para ese punto no le importaba
- No, esa es la cuestión, ¡¡tú no eres mi padre y yo no soy Tory!!, Lo único que eres es un demente que secuestra a una niña de las calles y a una bebé inocente solo para satisfacer tus enfermos deseos, maldición me has violado más de 60 veces en estos dos meses, lo sé porque he llevado la cuenta, lo único que te mereces es una buena golpizas y pudrirte en la cárcel- solo pudo sentir un golpe en su mejilla tan fuerte que le hizo perder el equilibrio y caer al suelo con Lexy aún en brazos y su llanto lo único que hizo fue empeorar
Aquel hombre se acercaba a ella con paso firme, Nessa ya sabía lo que eso significaba, como pudo corrió hacia el armario para esconder a Lexy lo más rápido posible. Al menos logró hacerlo pero de igual forma sintió otros golpes en su espalda y estómago
- Escúchame bien niña ingrata, tu eres mi hija y así serán las cosas a partir de ahora- percibió otro golpe en su estómago, sintiendo como su aire se iba debido a eso
- ¡¡No, no soy tu hija y tú no eres mi padre!! No sé que está pasando por tu asquerosa mente y no me importa saberlo pero, no me llamo Tory, mi nombre es Nessa Hamilton y tú eres solo un pedófilo- al parecer esas palabras habían dictado su sentencia....
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- ¿Sabes? Quizás con esto te quites la idea de que te llamas Nessa, ahora eres mi hija Tory así te guste o no- aseguró cerrando la puerta de la habitación de un solo portazo
Bastaba con ver la ventana para saber que ya había amanecido....¿Cuánto tiempo paso desde que se le ocurrió la brillante idea de abrir la boca? ¿4? ¿5? Tal vez fueron 6 horas. 6 largas horas en las que pudo sentir todo la rabia del monstruo que la tenía encadenada
Las heridas en sus brazos y espalda le dolían y ardían, sabía que estaba sangrando, podía ver como las sábanas blancas estaban pintadas de un color carmesí. Respirar era una labor dolorosa, ese demente había estado cerca de asfixiarla más de 10 veces y su garganta le causaba dolor, su cabeza la estaba matando y ni hablar de sus partes bajas, sentía su interior arder, cualquier tipo de movimiento generaba una reacción en cadena por todo su cuerpo
Lexy había dejado de llorar luego de las primeras dos horas de su castigo, sabía que seguía dormida, de lo contrario estaría llorando. Deseaba llegar a ese armario para poder abrazarla, alimentarla, decirle que todo estaría bien sin embargo, no tenía fuerzas para nada
Miró las cicatrices de sus muñecas, sabía que le dolían aunque, para ser honestos ese dolor eran simples cosquillas comparado con lo que sentía en el resto del cuerpo. Pasó sus dedos por esas maracas y de inmediato lo recordó... recordó cuando Erik y Lucas hacían eso cada ves que le empezaban a dolor, recordaba cuando le preparaban chocolate caliente cuando tenía pesadillas, recordaba como ella se quedaban a su lado cada noche sin pedirle ningún tipo de explicación, recordaba los desayuno junto a ellos, recordaba como Lucas se quejaba porque ella y Erik tardaran mucho en la librería, recordaba los paseos junto a ellos por la ciudad, recordaba su primer día en aquel departamento donde había vivido por 8 meses
- Erik, Lucas- murmuró con la voz quebrada. Ella está rota y ellos lo sabían, se los dijo y no les importó, el matrimonio no dudo en aceptarla, acogerla y amarla, ella no era su hija biológica y eso no les interesaba- papá, pops, lo lamento- ¿Cómo pudo ser tan ciega?, ¿Cómo pudo tirar todo eso a la basura?......¿Cómo pudo decirles que no eran sus padres cuando si lo eran?
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Espero que les esté gustando la historia, de ser así, por favor voten y dejen sus comentarios🤍🤍🤍
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𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐒𝐔𝐍𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑
Random"ʟᴀ ᴠɪᴅᴀ ɴᴏ ᴇs ᴊᴜsᴛᴀ, ɴᴏ ᴅɪsᴄʀɪᴍɪɴᴀ ᴇɴᴛʀᴇ sᴀɴᴛᴏs ʏ ᴘᴇᴄᴀᴅᴏʀᴇs, sᴏʟᴏ ᴛᴏᴍᴀ ʟᴏ ᴘʀɪᴍᴇʀᴏ ǫᴜᴇ ᴇsᴛá ᴀ sᴜ ᴀʟᴄᴀɴᴄᴇ ʏ ʜᴀᴄᴇ ʟᴏ ǫᴜᴇ ǫᴜɪᴇʀᴇ ᴄᴏɴ ᴇʟ" ────・:✧∙✦∙✧:・──── Tu perspectiva del mundo cambia cuando te das cuenta que la realidad supera la ficción, que la ve...