CAPITULO 11

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- Esto es increíble- suspiró con pesadez- se supone que hoy saldríamos a pasear y pasa esto- el mayor de los castaños miró el gran ventanal que había en la sala, una fuerte tormenta se había hecho presente desde muy temprano y al parecer no iba a parar hasta el día siguiente

- No te agobies amor, llevamos saliendo las últimas semanas, nunca está demás quedarse en casa a descansar- comentó el azabache recostado en el sofá, frente a la chimenea junto a Nessa quien estaba sumergida en su libro, él por su parte estaba tomando un descanso, había tenido que pasar las primeras horas de la mañana resolviendo un problema que surgió durante la confección de sus diseño, todo por medio de llamadas y mensajes lo cual no fue algo fastidioso

- No sé como ustedes dos están tan calmados, yo me estoy desesperando- tomo una caja de galletas y se sentó junto a su esposo que sólo pudo reír ante lo dicho por el ojiverde

- Eso es porque eres como un niño, no puedes quedarte quieto, incluso Nessa está tranquila y ella si es una niña y si tiene razones para desesperarse

- Solo me pongo así cuando los planes que tenía no salen bien, tenía todo el día planeado- se recostó en el hombro de Erik- ¿Cómo vas con ese libro pequeña?- la ojiazul desvío su mirada del libro para centrarla en él

- Ya me falta poco para terminarlo- respondió la menor. Uno de los muchos libros que ambos hombres habían colocado en los estantes de su habitación, fue la saga completa de Harry Potter, la cual había comenzado a leer de una vez, y aunque ya sabía lo que pasaba al final, ahora podría terminar de entenderlo todo

- Wow, vas volando, hace solo unos días estaban leyendo el segundo libro y ya vas por el final del tercero, a tu edad no podía ni siquiera poner atención en una lectura en clases- la castaña lo observó por unos segundos, sin embargo volvió a concentrarse en su libro

- Cuando no puedes salir de casa, te vuelves bueno en las únicas cosas que puedes hacer- se limitó a decir antes de seguir con su lectura. La pareja se miró con una notable preocupación en su rostro, odiaban escuchar a Nessa decir esas cosas y con una gran tristeza y dolor en su voz, la pequeña ya llevaba con ellos algunas semanas, sabían que tenía pesadillas constantes y escuchaban ese tipo de comentarios con regularidad las veces que la pequeña hablaba, no habían hecho ninguna pregunta con respecto al pasado de su hija, aunque tal vez ya era tiempo de al menos intentar investigar un poco

- Nessa, quisiera hacerte una pregunta- la ojiazul simplemente asintió, sin dejar de lado su lectura- ¿Recuerdas cómo eran tus padres?- pudieron ver a la menor tensarse por la interrogante del mayor

- ¿Por qué lo preguntas? - preguntó con seriedad, no les dirigió la mirada a ninguno pero en realidad, se estaba sintiendo nerviosa, los mayores no habían hecho preguntas sobre su pasado y eso estaba bien para ella, sin embargo aunque podía entender su curiosidad, honestamente esperaba que nunca le hicieran esa clase de preguntas

- Quisiéramos saber un poco más de tí pequeña, entender cuál es la causa de todo lo que sientes a diario, sólo queremos ayudarte- la castaña cerró el libro con fuerza, sobresaltando a Erik y Lucas

- Si, y no quiero tocar el tema- fue la única respuesta que les dió ante la pregunta de hace unos segundos, para después levantarse del sillón donde estaba e ir de forma rápida a su habitación, dejando al azabache y al castaño con un sentimiento de preocupación y culpa, lo último que querían era hacerla sentir presionada y fue lo que hicieron

- Necesita más tiempo, aún es muy pronto- el castaño acarició el brazo de su pareja, el ojigris asintió con tristeza, debían darle unos momentos a la ojiazul

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Nessa se apoyó en la puerta nada más cerrarla, un gran nudo se apoderó de su garganta, sentía que le costaba respirar, sabía que solo le habían hecho una pregunta pero no estaba lista, se sintió acorralada con eso, no podía estar allí más tiempo

𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐒𝐔𝐍𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora