𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐒𝐔𝐍𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑

CAPITULO 35

Podía sentir como su cuerpo dolía con el mínimo movimiento que hacía, incluso respirar le resultaba profundamente doloroso y supuso que no era para menos, desde hace bastante que no le dejaban tantos moretones en su cuerpo. Las lágrimas no habían dejado de viajar por sus mejillas desde que había despertado en aquella maldita habitación de princesa

Ella no había podido hacer nada, era como si su cuerpo y su mente estuvieran desconectados, su cuerpo no opuso resistencia al sentir a aquel demente jugar con él a su antojo, no puso resistencia al sentir como ese mismo hombre la limpiaba, vestía y peinada, su cuerpo no reaccionó sin embargo, su mente solo podía revivir una y otra vez todos los momentos similares que había tenido que pasar a lo largo de su vida, recordar cuántas veces alguien la había golpeado, lastimado, cuántas veces la habían amarrado o encadenado tan solo para el placer de esas bestias

- Esto es lo que te mereces - si tal vez esa voz tenía razón- ¿De verdad pensaste que dejarías de ser solo un juguete? Siempre serás algo que se puede tirar a la basura cuando deje de servir- lo sabía, se lo habían repetido por más de un año- no puedes escapar de esta infierno, no importaba cuánto corras, no importa cuánto desees irte, esos demonios siempre te van a encontrar- ya sabía eso y no comprendía por qué entonces una pequeña parte ella aún quería pelear

Y en ese momento lo escuchó....un llanto, un llanto casi inaudible pero ahí estaba. Su cuerpo se tensó y se levantó de golpe, por un segundo se olvidó por completo del dolor que sentía en su cuerpo, sobre todo en su zona baja, simplemente recorrió la habitación con la mirada y fue en ese momento que pudo verlo

Una cuna ¿Cómo no lo había visto antes? Con temor se bajó de la cama y se acercó a aquel mueble, la cadena que ahora estaba atada a su tobillo sonó al tocar el suelo pero la verdad eso no le importaba. No fue hasta llegar a la cuna que pudo verlo, una pequeña bebé estaba empezando a levantarse ¿Cuánto podría tener? ¿8? Quizás 9 meses cuando mucho

- ¿Qué haces aquí?- esa interrogante salió casi en un susurro, volvió a ver a su alrededor y pudo ver una mesa llena de cualquier tipo de artículos que un bebé pueda necesitar- Así que ¿Por esto me pusiste una cadena tan larga?

Nessa no era estúpida, no sabía que pasaba por la asquerosa mente de aquel hombre con aspecto de príncipe, no sabía por qué la llamaba Tory, no sabía que tenía pensado hacer con ella. Pero, si sabía dos cosas, la primera es que la quería activa para cuidar a esa bebé que a decir verdad, no sabía si era de él o también la había secuestrado y la segunda, es que no importaba lo que tuviera que hacer, no dejaría que le pusiera un dedo encima, no pudo salvar a muchas pequeñas durante todo el año que estuvo en ese infierno pero, ahora que volvía a estar encerrada no podía dejar de le pusieran un dedo encima a esa bebé

- Yo te cuido ¿Ok?, No te preocupes- murmuró con la voz quebrada mientras sentía a la pequeña jugar con su dedo

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- Hey ¿Cambiaste de habitación durante la noche?- preguntó un recién levantado azabache, asomándose en el cuarto de su hija donde pudo ver a su esposo sentado en la cama, sosteniendo al conejo de felpa con el que dormía su pequeña

- Bueno no podía dormir y no me pareció justo despertarte por eso- explicó acariciando al peluche, no paso mucho tiempo hasta que sintió a su esposo sentarse justo detrás de él, pasando sus brazos por su cintura y apoyando su mentón en su hombro- ¿Cómo dormiste?

- Mejor que tú, eso sin duda- dejo un suave beso en el cuello del menor- No has dormido nada está semana Lucas, debes descansar

Una semana, si..... había pasado una semana desde que su hija había desaparecido y todavía no sabían nada, no habían recibido ningún tipo de llamada del capitán Morillo o de algún integrante de su unidad