CAPITULO 39

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- Oh por Dios- la pareja sintió como si el corazón se les detuviera al ver a su pequeña, a su hija acostada en esa cama conectada a varios aparatos, con partes de su cuerpo vendados, además, podían ver con total claridad los moretones y demás heridas superficiales y eso solo les partía el corazón

El primero en acercarse fue el castaño, con las manos temblorosas acaricio el largo cabello castaño de su hija, temiendo que en cualquier momento pudiera romperla, se veía tan frágil que lo aterraba. Sus lágrimas no tardaron mucho en empezar a viajar por sus mejillas de forma silenciosa

- Hola peque, soy yo, soy pops- sentía como le costaba hablar, era como si sus pulmones no supieran que hacer y el nudo en su garganta solo le dificultaba las cosas- fueron unos meses locos ¿No?- aunque tratara de bromear en un inútil intentó de calmarse a él mismo, no pudo hacerlo, ver a su pequeña en esa camilla era demasiado para él, y la culpa no dejaba de acecharlo - Nessa perdón, por favor perdóname, no pudimos hacer nada para salvarte- murmuró ocultando su rostro entre sus manos, no podía con esto

Erik observó todo eso con dolor, ni siquiera logró contener las amargas y dolorosas lágrimas, con cautela se acercó a su esposo y sin pedir ningún tipo de permiso, lo abrazó con fuerza sintiendo de inmediato como el castaño se ocultaba en su pecho y aumentaba su llanto

- Erik no puedo, ella está ahí, llena de heridas, abusaron de ella por 2 meses y no pudimos hacer nada- el dolor era lo único que esas palabras podían transmitir- debimos hacer algo, esto es nuestra culpa, nosotros....- no podía controlarse, el dolor y la impotencia lo estaban superando

- Sshh, cálmate cariño, por favor respira un poco- pidió el azabache acariciando la espalda del menor, aunque, él no estaba siguiendo su propio consejo porque a fin de cuentas ambos estaban destrozados por esto y nunca iban a dejar de sentirse culpables

Trataron de ser positivos todas esas semanas sin embargo, la verdad era que la culpa los mataba, ellos eran sus padres, debieron haber notado algo así, debieron haberse dado cuenta de lo que su hija iba a hacer y, por no hacerlo ahora Nessa estaba en esa camilla recién salida de una cirugía, llena de golpes y heridas

- Iré a tomar aire, necesito calmarme un momento- murmuró el menor de los hombres levantándose con rapidez y saliendo del lugar, sabía que debía calmarse tanto por él como por su esposo e hija. Erik no trató de detenerlo, sabía que por ahora lo mejor para su pareja era tomar aire y a decir verdad, él también necesitaba estar al menos unos segundos a solas

- Hola princesa- murmuró con suavidad acariciando la mano de su pequeña... estaba fría, de no ser porque había una máquina monitoreando sus latidos juraría que su corazón había dejado de bombear sangre por su cuerpo y esa sola idea lo aterraba- Vas a estar bien ¿Ok?, Está vez te juro que estarás bien- sentía su cuerpo temblar, trataba conservar la compostura pero se le hacía casi imposible- lo lamento...

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- Hey, tengan les traje café y unos emparedados- comentó una joven pelirroja acercándose al matrimonio Hamilton, quienes luego de calmarse no se habían movido ni un centímetro del lado de su pequeña

- Gracias Verónica- se podía ver que ambos estaban cansados y ¿Cómo no estarlo?, Llevaban en el hospital más de 12 horas, no habían comido ni bebido nada

- No es nada chicos- aseguró con una pequeña sonrisa- ¿Cómo ha estado todo?- interrogó preocupada y no podían culparla, la pequeña que quería como una hermanita menor estaba llena de heridas y aún no despertaba luego de su cirugía de emergencia

𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐒𝐔𝐍𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora