CAPITULO 62

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Un pequeño quejido de dolor salió de sus labios al mover su hombro para poder ponerse su camisa. En estos momentos extrañaba estar lo suficientemente sedada como para no sentir el agudo pinchazo que percibía ante cualquier movimiento mínimamente rápido

- Peque ¿Estás lista? - escuchó con claridad la voz de Erik del otro lado de la puerta, además de poder distinguir un tono de preocupación bastante bien camuflado en ella. No podía culparlo, les había pedido unos minutos para poder cambiarse en el baño de la habitación y en verdad se había tomado su tiempo ya que logró terminar de vestirse por completo luego de 15 largos minutos donde, por mucho cuidado que tuvo, el dolor en su hombro seguía presente

Erik y Lucas le aseguraron que no era problema para ellos ayudarla a cambiarse para así evitarle el mayor dolor posible sin embargo, no pudo aceptar eso, sabía que ambos hombres eran conscientes de las cicatrices que había por todo su cuerpo pero aún no estaba segura de poder mostrárselas por voluntad propia y también estaba el hecho de dejar que la vieran con poca ropa y tan vulnerable, un escalofrío pasaba por su espalda de solo pensarlo

- Esto es estúpido- murmuró para si mismo terminando de guardar las cosas en su bolso

Sí, estaba consciente que hacer todo esto solo retrasaba lo inevitable. Durante su recuperación su herida debía ser limpiada con regularidad para asegurarse que sane correctamente y evidentemente ella no podía hacerlo sola lo que solo dejaba a ambos hombres para hacer ese trabajo. Iban a ver su cuerpo tarde o temprano y eso era algo que no iba a cambiar por mucho que le asustara

- Estoy lista

- Dame esto, es mejor que no alces peso- una tenue sonrisa se asomó en los labios de la ojiazul al ver como el mayor de los hombres tomaba su bolso al verla salir del baño

- Gracias Erik

- No debes agradecer peque- afirmó el ojigris devolviéndole la sonrisa

- ¿Cómo está la herida?- cuestionó está vez el castaño mayor mientras se acercaba a su pequeña

- Duele, tal vez un poco más de lo que esperaba- respondió con una mueca de incomodidad al volver a sentir un agudo pinchazo en su hombro izquierdo- pero estaré bien, falta solo 1 hora para poder tomar mi medicina de nuevo. Podré aguantarlo

- Sé que si - murmuró él ojiverde con cierta pena e impotencia en su voz. No le gustaba ver a su pequeña con dolor pero tampoco podía ir en contra de su receta médica por mucho que así lo quisiese

- Oigan vamos, las cosas ya están guardadas en el auto- recordó el ojigris captando la atención de su esposo e hija

- ¿Lista para volver a casa?

Detestaba mentirle al ojigris y al castaño pero tampoco podía darles una respuesta que no tenía, por lo que simplemente se limitó a asentir con lentitud, sintiendo una pequeña opresión en el pecho al verlos sonreír ante su respuesta y volvió a sentir un nudo formarse en su estómago. La ansiedad y el miedo volvían a estar presentes pero sabía que debía calmarse antes de que esto llegara a un ataque. Ella iba a estar bien, ni Erik ni Lucas iban a dejar que volviera a caer en ese hoyo donde estaba antes

- Estarás bien, solo debes dejar de pensar tanto- ese era el único pensamiento que pasaba por su mente mientras salía del hospital junto a ambos hombres

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Si los 3 eran totalmente honestos, toda esa situación era como revivir el día que al fin pudieron llevar a Nessa a su departamento. El viaje del hospital a su departamento fue acompañado de un tranquilo silencio donde la pequeña castaña se limitaba a observar por la ventana como el verano se hacía presente en la ciudad y al entrar al departamento, Nessa se comportó casi como su primera vez allí, observó y recorrió el lugar en silencio mientras los mayores le daban su espacio por ahora

𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐒𝐔𝐍𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora