𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐒𝐔𝐍𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑

CAPITULO 1

Terror...

Soledad...

Tristeza...

Culpa...

Odio...

Todos esos sentimientos plasmados de la forma más pura en una pequeña de solo 9 años.

Su rostro sudaba y su respiración era agitada, podía sentir la mirada preocupada de su compañero de habitación.

- ¿De nuevo?- se limitó a preguntar dejando su cama para acercarse a la pequeña

- Sí- murmuró abrazando su conejo de peluche. Pudo sentir la caricia del joven de 15 años sobre su cabeza

- ¿Quieres que busque a Verónica?- preguntó con voz suave, sentándose junto a la pequeña

- No, no quiero despertarla- afirmó, mientras hacía un vago intento por limpiar aquel líquido salado que brotaba de aquellos ojos color zafiro

- Nessa, princesa, ella tiene que saber esto, tus pesadillas están empeorando- mencionó angustiado el joven de cabellos de oro y ojos azabache

- No Chris, no tiene que saberlo, estoy bien- bajó su cabeza, estrechando aún más el conejo a su pecho- y tú tampoco deberías preocuparte, vas a irte dentro de una semana, al fin tendrás la familia que querías y puedes dejar atrás todo lo que has vivido en este orfanato

- Puede que sea así pero, no puedo evitar preocuparme por tí, eres como mi hermanita Nessa- besó la larga cascada de chocolate que adornaba la cabeza de aquella niña

- No deberías encariñarte tanto eso nunca es algo bueno- empujó ligeramente al mayor- créeme te lo digo por experiencia- susurró con tristeza. Chris solo pudo mirarla con dolor, detestaba verla así tan rota, tan resignada, ella era solo una niña de 9 años, no debería estar hablando de esta forma. El mayor lo único que pudo hacer para consolarla fue acostarse con ella y acariciar su cabello hasta que se quedará dormida, como ya lo había hecho en incontables ocasiones

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- No, no de nuevo- murmuró una mujer de cabellos rojizos y ojos esmeralda, mirando como la pequeña castaña salía de la sala de entrevista junto a la directora, quien la tomaba de la mano, mientras se acercaban a ella. La joven mujer pelirroja solo tuvo que ver la cara de la mujer mayor para entender que de nuevo, habían fallado en intentar encontrarle una familia a aquella niña

- Bien Nessa, te dejaré con Verónica para que jueguen un poco- acarició con pena los cabellos chocolate de la pequeña para luego irse.

- Princesa? - la pelirroja se agachó a la altura de la menor- vamos no te desanimes, quizás aún no hemos buscando lo suficiente, pero te aseguro que habrá una familia que te ame - dijo intentando animarla

- Ya van más de 11 entrevistas Verónica- bajó la mirada- nadie quiere a una niña como yo, estoy rota- aseguró con tristeza, reteniendo las lágrimas

- Hey, no digas eso nena, eso no es verdad- acarició su mejilla- eres una pequeña muy valiente y fuerte, es cierto que has pasado por cosas horribles pero, eres una chica lista y bastante madura para tu edad- besó su frente con ternura - eres única Nessa, y te aseguro que habrá una familia perfecta para ti- aseguró abrazando a la pequeña con fuerza, intentando hacerla sentir querida

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- Directora Beckett, debe haber algo que podamos hacer- dijo la joven de ojos verdes, se sentía en la necesidad de ayudar a aquella pequeña

- Verónica, créeme quiero ayudar a Nessa tanto como tú, pero no podemos obligar a una familia a adoptarla o aparecer a una por arte de magia- suspiro recargándose en la silla

- Lo sé pero, debe haber algo, Chris se irá dentro de poco y él es como su hermano mayor, la cuida cuando tiene pesadillas y sabe como calmarla, Nessa es un poco más abierta con él, cuando se vaya va a volver a como estaba hace un año y sabe lo que nos costó mejorar aunque sea un poco esa situación- no dejaba de dar vueltas en círculos por aquella oficina- Directora, estoy preocupada por ella, necesita amor y atención

- Lo sé Verónica, comparto ese sentimiento, pero tristemente solo nos queda esperar a que algún día llegué una pareja dispuesta a darle a Nessa todo lo que necesita

- ¿Y cree que eso pueda pasar algún día?- interrogó, mirando a la mayor con preocupación y angustia, ganándose solo un suspiro lleno de pesadez, lo que angustió más a la chica

- Honestamente, no lo sé Verónica - respondió con total sinceridad, dejando a la chica sin palabras

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¿Saben? Muy a pesar de lo que podrían pensar todos, estar en un orfanato no era tan malo, las mujeres y hombres que trabajan allí siempre se aseguraban que todos se sintieran bien, les daban la educación básica y constantemente buscaban que tanto los niños como adolescentes aprendieran valores y como trabajar en equipo. No era un lugar malo para estar

Sin embargo es cierto que no pueden estar siempre atentos de todos y cada uno de los niños, y aunque suelen haber niños que nunca se integran muy bien a los grupos y prefieren estar un poco más alejados, por algún u otro medio terminan interactuando con el resto en algún punto.

Pero por desgracia, ese no era el caso de la pequeña castaña. Nessa nunca hablaba con los demás niños, ni siquiera con los mayores, solo se comunicaba con Chris y Verónica, muy pocas veces con la directora del lugar. Tampoco hay que malinterpretar, los demás niños no eran malos con ella, a decir verdad simplemente la ignoraban, lo cual ella agradecía, no le molestaba estar sola. La mayoría de las veces estaba perdida en sus pensamientos, otras veces se la veía leyendo o pintando, quizás otras pocas estudiando. Lo que si era seguro es que desde que llegó esa pequeña hace más de un año, nadie ha visto una sonrisa genuina en su rostro, quizás los únicos que han presenciado algo parecido han sido el joven de cabellos dorados y la chica ojiesmeralda, ellos han visto ese lado que nadie ha logrado ver, ese lado tierno, divertido, juguetón y alegre, y aunque esos momentos duren solo unos segundos, para ellos era algo maravilloso, aunque a pesar de ello, aquellos ojos azul intenso, nunca dejaban de estar pintados de una tristeza y de un dolor indescriptibles.

Aquellos sentimientos que reflejaba la pequeña se veían con más fuerza cuando alguien dejaba el orfanato. Nessa siempre observaba a cada familia que se iba del lugar con un nuevo miembro en ella, sus labios formaban un sonrisa casi imperceptible, sin embargo al igual que sus ojos, aquel gesto solo reflejaba amargura y resignación.

Ninguno de los trabajadores lo podía entender, nadie podía comprender como dentro de una pequeña de solo 9 años, que debería estar jugando, sonriendo y soñando con cosas increíbles, había tanto dolor, culpa, miedo y tristeza. Les encantaría poder ayudar a la pequeña pero, no tenían mucha información de su pasado, solo sabían que la habían encontrado debajo de un puente refugiada en un montón de basura, nadie podía decirles nada a menos que fuera la misma Nessa y ella se negaba rotundamente a hablar acerca de ello.

Se encerraba cada vez más en ella misma y eso tenía a todos preocupados, sobretodo a Chris y a Verónica, quiénes la querían como una hermana y como una hija. La ida del joven de 15 años iba a ser pronto y ni la chica de ojiverde ni la directora Beckett sabían cómo podría afectar eso a Nessa y eso las angustiaba.

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Espero que les esté gustando la historia, de ser así, por favor voten y dejen sus comentarios

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