𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐒𝐔𝐍𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑

CAPITULO 52

- Ya no sé que más hacer Stone, no lo entiendo y he tratado de entender qué es lo que quiere de mi y sé que me está castigando por eso porque cada minuto que pasa puedo sentir como todas mis cicatrices solo duelen y arden cada vez más y esta es la primera vez que todas mis cicatrices duelen no solos la de las muñecas o tobillos- la menor observaba con atención sus muñecas, sintiendo un fuerte dolor de cabeza debido a las lágrimas que corrían con libertad por sus mejillas

Tobias observó con cierta lástima a la pequeña que tenía delante, dejando salir un ligero suspiro mientras sus ojos analizaban a la castaña. Piel más pálida de lo normal, hombros caídos, mirada baja, cabello despeinado, su ropa aunque era holgada y ocultaba todas las marcas que adornaban su cuerpo no lograba ocultar el temblor que se apoderó de su cuerpo.... Sabía que la integrante menor de la familia Hamilton no se encontraba bien pero no creyó que volviera a recaer, mucho menos luego de ver lo mucho que la habían ayudado los regalos aunque bueno, todo buen acontecimiento viene acompañado por algo malo

Había tenido que faltar dos días seguidos al hospital debido a unas reuniones de último momento y de suma importancia sobre las nuevas áreas que se iban a agregar en el psiquiátrico. Debido a lo inesperado que fue todo, le fue imposible notificarle a sus pacientes el por qué de su ausencia. Con la mayoría de ellos no había problema, ya que sus sesiones seguían igual solo que con otro psiquiatra o psicólogo cubriéndolo, con la única que no podía hacer eso era con Nessa. A él le había costado meses ganarse la confianza casi total de la niña y sabía que no hablaría con nadie que no fuera él. Le dejó encargado a la jefa de las enfermeras de psiquiatría, que era de su total confianza, que se asegurará de que la pequeña supiera el por qué de su ausencia y que en sus horas de sesión hiciera algunos ejercicios que él mismo le había indicado pero todo fue un desastre y esa fue la razón principal del porque solucionó tan rápido los problemas que se presentaban en sus reuniones

La enfermera encargada de la castaña se aseguró de mantenerlo informado en esos 2 días que estuvo ausente y lo que escuchó no era bueno. Al parecer la menor había tenido una fuerte recaída, no hablaba, no quería salir de su habitación, no comía ni bebía nada, solo se quedaba sentada en su cama con su cabeza oculta entre sus rodillas mientras lloraba. La enfermera con ayuda trataba de hacerla comer, de hacer que saliera, que al menos hablara para quejarse pero no lo hacía

Tobias durante esos días solo podía maldecir mientras, que en cada tiempo libre que tenía, se comía la cabeza tratando de deducir que podría estarle pasando a la ojiazul ya que para tener una recaída así de fuerte debió haber sido algo grave pero no podía descifrar el qué porque todo iba genial desde que aquella sorpresa de cumpleaños, incluso sabía que las charlas que tenía con Tessa estaban bien...... Claro, las charlas con Tessa

Tristemente recordó ese hecho muy tarde, cuando se le vino a la mente ya estaba en su oficina esperando a que Nessa llegará para su sesión luego de 2 días sin una. Eso era lo único que podía tener una relación con aquel cambio tan radical. Se recriminó a si mismo por no haber recordado aquello antes y poder tener al menos un plan de acción pero ya no podía hacer nada

Sin embargo, y aunque sabía que el problema era serio, al ver a Nessa comprendió que la recaída había sido más grave de lo que pensaba. El estado en la que la encontró fue igual o incluso peor que del que tenía cuando ingresó al hospital y eso obviamente lo alarmó

No tardó mucho en tratar de averiguar qué era lo que estaba ocurriendo y podía admitir que se sorprendió al ver lo que ocurrió luego de hacer algunas preguntas sin obtener respuesta. La castaña sin levantar siquiera la mirada caminó hacia el gran sofá que adornaba el lugar, se sentó en aquel mueve y preguntó con dolor

- ¿Por qué no puedo ser normal?...

Aunque el pelirosa hubiese querido decir o preguntar algo no pudo hacerlo, Nessa simplemente se desplomó. Comenzó a llorar con fuerza causando que Stone se levantara de su asiento y fuera de inmediato a su lado. Acariciaba con suavidad la espalda de la menor mientras escuchaba con total atención lo que decía entre gimoteos