Capítulo 1

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Como me gustaría despertarme y encontrar una maleta llena de dinero. 

Me ayudaría a cumplir muchos de mis sueños; ya que me gustan tantas cosas que me agobio cuando me dicen: escoge.

Me da risa, porque se lo preguntan a la persona más indecisa del mundo, si hay otra por favor formemos un club: Indecisas al poder.

Aunque hay una cosa que si tendría clara: Con el dinero me compraría todos los libros que tanto quiero de mis autoras favoritas y los guardaría como oro en las estanterías que pondría en mi cuarto de lectura, en mi piso de ensueño.

Para mí un buen libro es aquel que me hace sentir miles de emociones: reír, llorar, enamorarme, enfadarme y sorprenderme, que logre transportarme a un mundo nuevo y que cada vez que vea u oiga algo relacionado con esa historia se me forme una sonrisa en el rostro.

No obstante, nada de eso sería posible sin el papel fundamental de las autoras.

Me encanta leer.

Ojalá algún día pueda conocer a todas mis escritoras favoritas, pudiendo formar una amistad muy bella con todas ellas.

***

¡Hola mundo! ¡Buenos días! ¡Qué bien que he dormido hoy!

¡Hoy será un magnifico día! ¡SÍ! ¡Sí! ¡Hoy será un gran día!

Realidad:

¡Una mierda!

He puesto el despertador a las 7 am y como que el universo dice: 

A ver ¿Cómo molestar a Kaira? (modo pensativo) ¡Pues que se despierte una hora antes y además que no pueda volver a dormirse! (risas malévolas haciendo eco)

¿Pues sabes qué? ¡Me da igual que digan que a quien madruga Dios le ayuda! ¡Mis horitas de sueño se respetan!

Ahora mismo me encuentro sentada sobre mi butaca contemplando el amanecer con los cascos puestos escuchando mi playlist mientras se me pasa el malhumor por haberme despertado 1 hora antes que mi asquerosa alarma.

Pero toda la tranquilidad que había logrado obtener desaparece cuando capto por el rabillo de mi ojo izquierdo una sombra siniestra pasar a toda velocidad por mi lado fundiéndose con la oscuridad del rincón de mi cama.

La verdad, reconozco que soy súper mega miedica, sin embargo, en ese momento me quedé helada pensando: Bueno si no muevo a lo mejor no me ve.

Como se nota que mi inteligencia en los momentos que más la necesito me abandona y me dice: Buena suerte, chica, la necesitarás.

Quiero poner el modo linterna de mi móvil para ver como es el intruso, pero no sirve de nada porque: 

Ay mi madre, AY MI MADRE se acerca ¿Qué hago? Cuerpo por favor reacciona.

Ahhhhhhhhhhh.

De pronto siento como algo me da un latigazo en la pierna obligándome a subirla de inmediato entre mis brazos mientras rezo lo que no he rezado en mi vida.

No obstante, cuando tomo valor para enfrentarme al individuo que se encuentra a mi lado con una respiración extraña le apunto con la linterna de mi móvil cegándolo de inmediato, pero al instante me encuentro a mi querido: Sky.

Mi perro.

¡MI PUTO PERRO! ¡Qué cabrón! ¡Menudo susto!

— ¿Tú me odias? — le acuso con la mano en el pecho mientras tanto él intenta subirse sobre mi butaca para sentarse sobre mí — Tú....

— ¡KAIRAAAAAAA! — tan pronto escucho ese grito que ni Tarzán superaría paso saliva dirigiendo mi mirada a la puerta de mi habitación. Oh, oh, esto se va a poner feo.

Todo empezó por ti ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora