Capítulo 32

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Jake:

Esta semana van a empezar las competiciones y voy a demostrar que en un futuro voy a ser un gran pâtissier y lo seré, porque en este concurso voy a dar lo mejor de mí.

Gracias a la salida al prado mi mente está fresca y tengo muchas ideas que quiero plasmar listas para dejar a todos boquiabiertos.

Estoy deseando saber el tema que anunciará el jurado para basar mi creación, porque en cuanto lo comuniquen reflexionaré sobre que técnicas usar para exhibir mi habilidad y dejarlos encantados con cada movimiento delicado que haré en mi creación, desempeñando un buen liderazgo en el grupo.

A la vez voy a meditar que sabores combinar para que con tan solo un bocado los jueces puedan sentir que el tema está bien representado, junto una buena presentación con mis dotes de arte y que todo junto dará el resultado que deseo y voy a obtener.

¡Voy sorprenderlos a todos!

Alguien pica la puerta de mi habitación, pero paso de contestar y vuelve a insistir. Que pesado.

— Déjame Asher, me tienes frito ¿no te ha bastado con que hayas dormido babeando en mi hombro en todo el camino?

— Sí que babeo por ti, pero no de ese modo — escucho una voz que hace que mi humor se anime un poco al ver como asoma su cabeza por la puerta —¿Estas desnudo?

Veo que echa un vistazo "disimuladamente" y me hace gracia que esta chica no sabe cuál es concepto de disimular.

— ¡Sí, estoy desnudo!

— ¡HOLA! — entra rápido con una sonrisa que pronto se le borra y pasa a fulminarme con la mirada.

La miro con la ceja levanta y recostado en mi cama en una pose sensual.

— No estas desnudo.

— Tú tampoco.

— Eso se puede solucionar.

— ¿Y mi Kaira inocente, curiosa y tierna?

— Castigada — responde con picardía — pero esta Kaira también es curiosa.

Se tira encima de mí y pasamos la noche juntos.

— ¿Tengo un asiento reservado para animarte esta semana en la competición?

— En primera fila.

— Te voy a animar desde mi sitio con un cartel XXL.

— Si tiene una foto tuya entonces vale — me da un pequeño empujón — no obstante, estoy seguro que perdería mi concentración ante tal obra de arte, porque ¿Para qué quiero dos Kairas si con una ya soy feliz?

Me mira con ternura y acaricio ese rostro que tanto me gusta.

— Mis padres me han comentado que vendrán a animarte a la final. Tienen mucha fe en ti.

— Mi abuela y mi madre irán a animarme todos los días.

— ¿Te imaginas que tu abuela lleva una pistola de galleta?

— No me sorprendería la verdad, encima los moldes que tiene son a tamaño real.

— Menudo horno ha de tener.

Me imagino a mi abuela haciendo las galletas riendo de forma frenética y me da risa.

— Jake mi pâtissier favorito.

— Y tu l'amour de ma vie.

— No sé qué has dicho, pero te amo.

— Yo también me amo mucho. Bonne nuit mon amour — le susurró al oído.

Todo empezó por ti ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora