Capítulo 6 Mi elección.

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Una sombra se asomó al balcón mientras veía a la chica alejarse de su hogar, y el frío tan familiar que era parte de ella volvió a rodearla, pero esta vez fue diferente porque había probado la calidez que esa chica podía darla y no quería pasar un sólo día sin ella. Pero debía esperar, la decisión era enteramente suya y no sabía a qué le temía más, a que aceptara o a que no.

Si decidía continuar con su vida mortal, lo respetaría, estaría a su lado cada día de su vida hasta el último, y cuando ella ya no estuviera, la acompañaría en su camino de abrazar a la muerte.

Si aceptaba...dioses si aceptaba, sería su compañera en la eternidad, la guiaría por ese oscuro camino, pero tendrían que enfrentarse a tanto y a tantos que no sabía si Ellie estaría preparada, pero lucharían juntas, contra viento y marea.

-¿La dejas marchar, así sin más?- rompiendo el hilo de sus pensamientos se giró hacia la voz.

-La decisión es suya.-contestó con firmeza, sentándose en su sofá favorito frente a la chimenea.

-Ya ha entrado en nuestro mundo, es peligroso dejarla sola- dijo la pelinegra ocupando el asiento frente a ella.

-¿Recuerdas tu conversión?- preguntó con la mirada perdida en el fuego que devoraba la madera lentamente.

-Como olvidarla, no sólo me salvaste la vida si no que me otorgaste un regalo en forma de inmortalidad.- respondió observando su rostro. Casi siempre estaba imperturbable pero había preocupación en ella.

-Pero no lo elegiste, yo decidí por ti, como hicieron conmigo.-una ráfaga de recuerdos pasaba por su cabeza.

-Si, y te odie por ello, un tiempo al menos ya lo sabes, pero cuidaste de mí y de lo que me es más preciado; me enseñaste todas las oportunidades que me daba esta vida y gracias a eso conocí lo que era el amor. Sabes que jamás podré agradecerte lo suficiente todo lo que has hecho por mi, y eso es algo que todos nosotros compartimos.-

No había sacado el tema desde hace años, tal vez por la culpa, pero las palabras de la que era sin duda su mejor y más fiel amiga la conmovió. Miró a su amiga agradecida y le expuso lo que tanto temía.

-¿Y si no está preparada para la sed? ¿Y si puede con ella y la consume? ¿Y si no está preparada para afrontar su pasado y quién es?- no recordaba lo que era la duda y el miedo y ahora esos sentimientos volvían a ella en gran magnitud.

-Aunque el futuro no haga mella en nosotros no podemos controlarlo. Esa chica es única, no sabemos cómo eso afectará a una posible conversión, pero estaremos ahí para guiarla y enseñarla, como hiciste tú con nosotros.- se lo dijo con tanta confianza que la que había perdido volvió a ella.

-Tienes razón, es fuerte, mucho, podrá con todo, y nos tendrá a nosotros, su nueva familia, no dejaré que nadie me la arrebate.-dijo con la seguridad que la caracterizaba.

-Eso es, ahora que ha vuelto a ti, la familia está completa, tú estás completa, y ya era hora que llevas demasiado sin probar la carne y sabes a lo que me refiero.-dijo riéndose con una mirada provocadora.

-Serás descarada.- riéndose también.-No te negaré que Ellie es apetecible en todos los sentidos.

-Eso es, muestrale todo lo que sabes reina.- adoraba ver a su señora y sobre todo a su amiga contenta.

-Venga volvamos abajo, hay mucho que preparar.- Estaba deseando que llegara mañana.


Mi cabeza era un hormiguero de pensamientos y mi corazón de emociones.

Y te querías perder esta noche Ellie...

Caminaba lo más lento posible de camino a casa rememorando cada momento de aquella noche. No se me pasó por la cabeza el que hubiera sido un sueño porque todavía tenía el tacto de sus labios en mi mejilla y el de su voz en mis oídos.

Somos la noche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora