Somos la noche.

Capítulo 15 Te encontré

Después de una mañana extenuante en el almacén y de encontrar la microcámara oculta en la bombilla, Lena y Mark regresaron a la oficina. Mark, visiblemente cansado, se acomodó en una silla y pronto se quedó dormido. Lena, aún con la mente afilada, se sentó frente a su escritorio y conectó la microcámara a su portátil.

Lena comenzó a reproducir el video de la grabación. La imagen se abrió, aunque la calidad no era óptima, era suficiente para captar detalles cruciales. La cámara mostraba el interior del almacén desde un ángulo elevado, ofreciendo una visión clara del área central.

Al principio, la imagen estaba borrosa y el sonido indistinto, pero pronto la escena se volvió más nítida. Lena vio a los traficantes arrastrar a un chico joven, atado y herido, hacia el centro del almacén. Los traficantes discutían entre ellos mientras colocaban al muchacho en una silla.

Uno de ellos, el que parecía ser el líder, grabó al chico con el teléfono mientras hablaba, estaba mandando un mensaje a alguien. Lena avanzó la grabación.

Detuvo el avance rápido cuando la cámara mostró la entrada de una chica acompañada de otro de los delincuentes al almacén. Lena frunció el ceño al ver a la mujer acercarse al chico, claramente le conocía. La figura de la chica le resultaba extrañamente familiar. La ataron a una silla junto al chico.

Observó cómo los traficantes acusaban a la muchacha de traicionar a su jefe, mientras ella se mostraba desconcertada, como si no comprendiera de qué estaban hablando. De repente, para sorpresa de Lena, cuando el líder de los traficantes apuntó a la chica con un arma, ella se liberó de sus ataduras con una fuerza inusitada y comenzó a enfrentarse a los hombres.

La escena se volvía cada vez más violenta; la chica luchaba valientemente, pero claramente estaba en desventaja. La tensión aumentó cuando el líder de los traficantes se acercó con un arma. En un giro inesperado, la cámara captó al líder siendo lanzado por el aire por una fuerza invisible. La pantalla se llenó de sangre, y la imagen se volvió borrosa y distorsionada, con los gritos aterrorizados de los traficantes dominando el sonido.

Mirando la pantalla en rojo con preocupación, Lena, preocupada, rebobinó la grabación y la revisó de nuevo. Detuvo el video en el momento en que el líder apuntaba a la chica, amplió su rostro e hizo una captura de pantalla. La imagen congelada mostró a la valiente luchadora con una expresión de determinación y angustia. Lena se inclinó hacia adelante, sus ojos fijos en la pantalla. La familiaridad del rostro la golpeó con fuerza.

-¿Cómo no lo vi antes? -murmuró Lena para sí misma, mientras el reconocimiento se asentaba. El rostro de la chica era el mismo que había visto aquel día en el puente, el rostro de la ladrona con la que había tenido una breve e intensa confrontación. ¡Era ella! Aunque había algo diferente que no sabría describir.

Lena intentó mantener la compostura y volvió a reproducir el video repetidamente. Sin embargo, la grabación se cortó abruptamente, dejándola con una pantalla negra. Lena intentó reiniciar el video, pero el archivo estaba dañado e irrecuperable. Mark, despertado por el murmullo de frustración en la voz de Lena, se estiró y se acercó a ella.

-¿Qué pasa? -preguntó, mirando la pantalla en blanco con preocupación.

Lena le hizo un resumen de lo que había visto, omitiendo la conexión personal con la chica.

-El video se corta en el momento en que el jefe de los traficantes estaba a punto de matar a la chica -explicó Lena, tratando de sonar neutral. -Parece que hubo una intervención inesperada que la cámara no logra capturar completamente.

Mark frunció el ceño.

-¿Intervención inesperada? ¿Qué quieres decir?

-Parece que alguien intervino de forma violenta, lanzando al jefe por los aires y causando el caos que llenó la cámara de sangre. Eso nos deja con más preguntas que respuestas -dijo Lena, evitando hacer contacto visual.