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LARISSA

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LARISSA

Estamos a cinco minutos de llegar al club y desde ya me imagino lo atiborrado que estará, se filtro información a la prensa y desde entonces la mención de que la menor del linaje Salvatori. Una familia conservadora asista a un club tan liberal como lo es el mío ha generado mucha curiosidad.

Porque si, he creado un escándalo en la familia de mi madre. Ahora si pueden llenarse la boca diciendo que somos lo peor de esa familia, despreciaron a mi madre por razones desconocidas y también lo hacen conmigo. La hipocresía es algo que se les da muy bien, porque a pesar de todo gritan a la prensa y a los medios públicos el apoyo que le han dado a mi madre, cuando todo no es más que una farsa. Ahora mismo deben estar odiando mi existencia, pero eso a esta oveja negra no es algo que le quite el sueño.

Ellos ya tendrán su gran momento.

Al llegar puedo ver qué hay un poco de prensa, debido a que nadie sabe quien es el dueño o dueña. La intriga que genere tiene a todos en la comidilla de las especulaciones. No puedo evitar estirar las arrugas inexistentes de mi vestido, es de color negro tiene un escote profundo y muy revelador que deja ver gran parte de mis senos, el vestido me llega a la mitad de mis piernas. No es muy alto pero si lo suficiente ajustando se muy bien a las curvas de mi cuerpo. Combina perfecto con mis botines negros de punta.

Unos fotógrafos nos piden una foto familiar, en la que salimos: Adalid, David yo, no puedo evitar el sentimiento de que hace falta algo y no saberlo me estresa un poco.

—¿Qué opina sobre el club?— pregunta un periodista

—Que es un club altamente capacitado para regalar buenas experienciasresponde mamá.

Ruedo los ojos, obvio que esta capacitado en todos los sentidos, quién creen que soy.

—Los otros integrantes de la familia Salvatori están de acuerdo con la asistencia a este evento— acaba de tocarle una fibra delicada y me doy cuenta de que se viene algo bueno al ver como se le dilatan los ojos a mi madre.

—No lo se, no tendría porque importarme, cuando ellos no son más importantes que nosotros.

Lo dejo boquiabierto, le regala una sonrisa llena de superioridad y no puedo evitar sonreír orgullosa de esta mujer. Porque les acaba de dar un golpe directo a los Salvatori, con esto les acaba de gritar que aunque nos rechacen hemos logrado ser mas importantes que ellos. La sangre de ella es poder y a mi me encanta estar llena de ese poder.

—Señorita Larissa es usted consciente de que se ha convertido en el foco de atención, tan solo por su presencia el día de hoy— ahora viene por mi otro periodista.

—Yo no vivo para complacer a los demás, vine aquí porque me apetece divertirme y en cuanto a ser el foco de atención, lo disfruto. —le regalo una sonrisa altiva antes de entrar.

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