Capítulo Nueve

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No soporto los celos 9

La fiesta aún seguía en su apogeo, Carl estaba acostado en su habitación, Calun rodeado de chicas, Connor con su mejor amiga que se esfuerza en ocultar que él la trae loca, Cris sigue desaparecido con alguna mujer y Christopher juega Birrapong con un grupo de chicos que estudiaron con él en la universidad.

Yo por mi parte estoy sentada en el césped, alejada de todos, fumándome un cigarro y tomando una piña colada con mucho alcohol.

—¿Puedo acompañarte? —la voz ronca de Ander me hizo mirarlo y sonreír palmeando el césped.

Donde estábamos la música no se sentía tan fuerte y no había nadie cerca, a eso le sumamos que me siento bien y podemos decir que voy a ser amable con el chico que me pone muy caliente.

—¿Tienes novia? —fue lo primero que solté, debería aprender a poner filtros en mi boca para ser un poco más sutil.

—No lo sé —se encogió de hombros y sacó un cigarro para él de su propio bolsillo.

—De todas las respuestas que podías dar, esa es la más interesante —le miré y estaba sonriendo— ¿Cómo que no sabes?

Nos quedamos en silencio por un momento y cuando le daba la última calada a mi cigarro el habló.

—Se llama Fernanda —miró al cielo y soltó un suspiro— Es muy guapa, rubia, alta y muy alegre —hizo una mueca-- Al menos lo era hace un mes. Cuando comenzamos a salir hace cinco meses era la novia perfecta, me consentía, jamás se quejaba porque jugara al básquet y amaba salir con mis amigos.

Comprendí que era una chica buena, una adolescente normal de dieciséis años.

—Me gustaría decirte que metí la pata, que sus padres me odian, que soy un hijo de puta y que le di motivos para desconfiar, pero es que jamás lo hice —me miró— Todo estaba bien entre nosotros hasta que... —miró para otro lado y cambió el tono de voz a uno más bajo, como si lo avergonzara lo que iba a decir— Hasta hace un mes que comenzó a llamarme más seguido, quería acompañarme a todos lados, comenzó a decirme que no le gustaban mis amigos y no me dejaba saludar ni a las chicas de mi clase.

Si yo fuera su novia tampoco me agradaría que saludara a muchas chicas, pero jamás se lo impediría.

—Me llegó a decir que estaba sonriéndole demasiado a una chica que nos atendía en un café —esta vez me miró como si aún no se lo creyera y después apagó el cigarro— La dejé hace un mes pero aún me controla por redes sociales y le pregunta a la gente cercana a mi en donde estoy o lo que voy a hacer.

Pongo una mano en su hombro y me mira esperando a que diga algo pero un chillido nos hace mirar al frente y veo como una rubia metida dentro de un vestido verde corto, con unas piernas largas y delgadas y una cara maquillada hasta la cornia se nos acerca lo más rápido que sus tacones de aguja le permiten.

—¡Te he estado llamando y escribiendo toda la noche! —ciento a Ander suspirar pesadamente y puedo darme cuenta que esta rubia de metro setenta y algo es la dichosa ex de aquí el chico a mi lado en cuestión— ¿Piensas ignorarme para siempre?

Ander se levanta de su lugar y yo me quedo sentada mirando la escena que esta loca está montando.

—Por favor Fer —habla el con calma e intenta tocar el hombro de ella pero está se aleja como si el tacto de él quemara— ¡No comencemos a discutir de nuevo te lo ruego!

La rubia está preparada para sacar más drama hasta que repara en mi persona, que para ser sincera está divirtiéndose mucho con la escena. Lo que más debe de cabrearla cuando me mira es que llevo una sonrisa plantada en la cara mientras la miro divertida de arriba a abajo.

—¿Quién es esta? —me señala y en su cara se plasma una mueca de desagrado.

Me levanto y sacudo mi ropa porque presiento que llegó mi momento de brillar.

—Claudia —pongo una mano en el hombro de Ander y le palmeo suave para girarme hacia él— Ya veo porque dejaste a aquí la señorita —el abre mucho los ojos y le regalo una sonrisa tranquilizadora.

—¿Te has estado acostando con esta perra? —podía llamarme como quisiera en cualquier lugar pero ¡Hey! ¡Sorpresa! está en mi puta casa.

Caminé muy despacio hasta estar frente a ella, es más alta y delgada que yo y tiene unos ojos azules envidiables, una lastima que los cubra con tanta mierda llamada maquillaje.

—Resulta ser, copia barata de Mila Stein —tomé un mechón de su cabello largo ente mis dedos y luego de mirarlo lo solté como si fuera la cosa más simple del mundo-- Que estás en mi casa, en mi fiesta, pisando mi césped —olisqueó un poco a su alrededor— Y tomando de mi alcohol —le doy una sonrisa.

La chica mantiene su cara seria y justo cuando va a abrir su boca pintada de un color rosado muy horroroso levanto una mano para que se calle y me deje continuar.

—También pasa que "esta perra" —me señalé—Acabó sabiendo lo dramática, celosa, estúpida e insegura de sí misma que puedes ser —su expresión pasó a ser de ira pura, hasta puedo jurar ver algo rosado debajo de toda la base de maquillaje que lleva puesta— Ander no está saliendo contigo, no te debe explicaciones, no tiene porque contestar una llamada de alguien con quien no quiere hablar.

«Deberías ser consciente de lo hermosa que eres, de lo mucho que puedes explotar ese potencial —veo una mueca de rareza en su cara— Pero con otros chicos que quieran un sabueso en vez de una novia —sonrío y camino por su lado mirándola de nuevo para susurrar cerca de su oído— Yo que tú me voy de esta casa antes de que me avergüencen más o me quedo y disfruto de la fiesta sin acosar a nadie»

Dando dos palmadas en su hombro vuelo a sentarme en el césped y encender otro cigarro mientras la veo alejarse y a un todavía asombrado Ander girarse para verme con los ojos muy abiertos.

—¿Qué? —le resto importancia a todo lo que acaba de pasar y palmeó el césped a mi lado— Estábamos hablando.

Así pasó la noche y lo demás no lo recuerdo, solo sé que bebí mucho alcohol, hubieron más besos calientes, mucho baile, erecciónes, sudor y diversión al desborde.








^*^ Doble actualización porque he estado medio perdida 🥱 Aquí les dejo a Harry en multimedia 😌

I Did Something Bad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora