Capítulo Diecisiete

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La venganza de la exs 17

Los zapatos rojos de tacón resonaban por la alfombra negra del extenso pasillo, vestido marrón ceñido al cuerpo, cabello suelto y ondulado, labios del mismo color que el vestido, pendientes lleno de diamantes que me había regalado mi madre por mis veinte años y un cigarrillo entre mis dedos.

Solía verme glamorosa cuando quería pero este día tenía que lucir mejor que el resto de mujeres del mundo. Miré un reloj que había en la pared del lujoso lugar y sonreí, ocho en punto.

—Buenas noches —me saludó una empleada del lugar.

—Buenas noches —le sonreí y la detuve— ¿Es eso vino rosa espumoso?

Ella asintió y me tendió la bandeja llena de copas, miré a mi alrededor, divisé un hermoso adorno floral y apagué mi cigarrillo en una de las hermosas rosas amarillas.

—Tomaré estas dos —quité la botella del carrito y una de las copas— Ve a la habitación 2034 y dentro encontrarás una chica pelirroja dile que Claudia te ha mandado.

Sonreí y seguí caminando por el extenso pasillo hasta que leí el número de la habitación que buscaba.

—3509 —terminé de un trago la copa y con una sonrisa toque a la puerta— Aquí es mi querido novio.

Sonaron unos paso dentro y escuché una risita femenina, la puerta se abrió y frente a ella la imagen de una chica morena en bata de baño, muy bonita y muy alta se dibujó frente a mi.

—Servicios de habitación —grité sonriendo y la aparté de mi camino para entrar a la habitación— ¿Interrumpo algo? —mis ojos se toparon con los cafés de Harry y su cara de sorpresa era un poema— ¡He traído vino!

Alcé la botella en mi mano y la chica que abrió la puerta entró en mi campo de visión.

—¿Qué haces aquí? —me preguntó levantándose de la cama y acomodando una sabana en su cuerpo -supongo- desnudo.

—¿Así es como recibes a tu novia? —la chica cambió el semblante— Hola querida me llamo Claudia y hasta hace unos —busqué con la vista un reloj pero al no encontrarlo le resté importancia con la mano y añadí— Unos cinco o seis minutos era la novia de este homosapien.

—Claudia no se quien te dijo que estaría aquí pero puedo asegurarte —se detuvo en su monólogo cuando levante mi mano para que guardara silencio.

—Bueno ya cariño —le sonreí y di un sorbo a la botella— Dejemos esto de "No es lo que parece" o "Te juro que no es lo que piensas" porque sencillamente no tienes una puta idea de lo que pienso o lo que parece.

Caminé por la habitación y me senté en un sillón rosado y dorado muy bonito, dejé la botella en una mesa que había al lado de este y saqué los cigarrillos.

—¿Fumas? —le pregunté a la chica que me miraba con una interrogante en el rostro— Bueno que más da voy directo al grano.

Di una calada a mi cigarrillo y me levante para mirar por la ventana cubierta por unas cortinas blancas y doradas.

—Resulta querido que ayer por la noche le pedí ayuda a una amiga —admiré la vista de la ciudad di una calada al cigarro y me tomé mi tiempo expulsando el humo de mis pulmones para seguir hablando— Porque puedo ser una zorra, una arrogante, una narcisista pero jamás una perra mentirosa y estúpida.

Me giré y lo miré a la cara tomé nuevamente la botella y volví a beber.

—Te conté lo del trío con Ruth y Ander porque tenía confianza de decirte lo que pasaba, sabías que lo de nosotros no era nada serio y pasé tajante y cortante por alto absolutamente todas las infidelidades cometidas por ti —abrió mucho los ojos.

«Si, si mi corazón -volví a dar un trago a la botella y una calada al cigarro— Se de tu escapada con Emmie de tercero a las cataratas, con Grace a los hoteles de tu primo en Maldivas y las noches de "estudio" —hago comilla con mis dedos— Con la mexicana ¿Cual era su nombre? —doy otra calada al cigarro— ¡Ah si, ya recuerdo! Paola, la que se parece mucho a ti cariño —señalé a la chica y le di un sorbo muy largo a la botella— ¿Pensabas que eras exclusiva? Pobrecita.»

Yo solo soy una persona que ama el mundo ver el mundo arder. Y el mundo de Harry está a punto de arder con las llamas de una mujer enfadada que bien pueden igualarse a las del infierno.

—Está claro que toda la mierda que me decías de dejarla a ella y comenzar una vida conmigo era una mentira —la chica comenzó a recoger lo que supuse era su ropa del suelo— Eres un asco de hombre, un narcisista, hipócrita y mentiroso —tomé un trago de la botella mientras observaba todo sentada en el mullido sillón.

—Violet esto no es verdad —se levantó envuelto en las sabanas— Te juro que pensaba dejarla.

Me levanté muriendo de la risa y la chica solo tomó sus cosas y se fue corriendo fuera de la habitación.

—Eres una maldita loca —sonreí y di el último trago de la botella— ¿Qué te importa con quien me acuesto? ¿Estás herida porque no me acosté contigo?

Puse un dedo en sus labios y di una calada a mi cigarrillo.

—Donde metas tu pene no es mi problema —solté el humo en su cara— Pero el que intentes verme la cara idiota si lo es, no me vas a mentir a mi Harry querido, soy la puta ama de las mentiras —di un paso adelante y él dio uno atrás— Si me hubieras contado que querías una relación abierta hubiera sido un poco menos perra —sonreí y volví a caminar y él a retroceder.

«Le doy gracias a mi 120 IQ que no deje que introdujeras tu pene en mi —quedaba poco para llegar al pasillo— Créeme Harry, te faltan agallas para mentirle a una mujer —estaba a un paso de llevarlo a donde quería— Te faltan pelotas para enfrentarte a alguien como yo.»

Nos encontrábamos en el pasillo y de reojo vi a las chicas venir hacia nosotros, tomé lo que quedaba de cigarro y lo acerque a su trasero haciendo que diera un salto, soltara un quejido y se olvidara completamente del agarre de la sábana que cubría su cuerpo desnudo.

—Es suyo chicas —grité y ellas miraron al hombre desnudo en medio del pasillo— Vamos Ruth —pasé una mano por los hombros de mi amiga— Nuestro papel está hecho.

Con una sonrisa abandonamos el lugar chocando con la empleada que me dio la botella que llevaba esta vez sábanas, cortinas y ropa en un carrito, la cual nos sonrió.

—Siempre te comportas como una zorra —bromeó mi amiga.

—Soy una completa perra —sonreí y seguimos caminando hasta salir del lugar escuchado a las chicas reclamar mil cosas a un Harry desnudo.





Este capítulo lo estoy subiendo después de reírme como foca con retraso mental de un mal chiste y de hacer de Celestina entre dos amigos 😌 Si puedo les actualizo el chisme en el próximo capítulo 💜 Las kakamodoro

I Did Something Bad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora