Ojos color cielo 6
Eran como las diez de la mañana cuando desperté con un peso muerto encima de mi cuerpo, tenía una brazo en mi cintura, una pierna por encima de mi trasero y una notoria erección pegada a mi nalga derecha. Me removí como puede y salí de debajo del chico de los ojos azules. Mirándolo dormir puede hasta que parezca más pequeño, con sus cejas muy tupidas, largas pestañas, nariz delgada y labios gruesos.
Con una sonrisa en la cara me dirigí al baño que había en mi cuarto, tomaría una ducha para alistarme porque las clases en la universidad comenzaban a las once y media, y nadie quiere llegar tarde a las clases del profesor McCall. Salgo del baño envuelta en mi toalla blanca y púrpura que me había regalado Calun en una de sus giras.
Cuando entro de nuevo a mi habitación me encuentro con un desconcertado chico sexy de ojos azules en mi cama que me mira con una expresión de terror horrible. Así que me comienzo a reír mientras busco mi ropa interior para cambiarme justo frente a él, esto será realmente divertido.
—Buenos días —camino por el cuarto y me coloco frente al gran espejo que hay en mi pared, justo en el lado donde se encuentra él aún mirándome desde la cama— Me parece que te has olvidado de lo que me hiciste anoche.
Cuando dejo caer la toalla puedo escucharlo contener un suspiro y al ver su reflejo en el espejo lo encuentro con sus ojos más oscuros y unas mejillas sonrojadas.
—Yo .... ¿Qué te hice? —sonaba realmente preocupado por no recordar nada y eso me daría más diversión de lo que esperaba.
Tomé las bragas diminutas de encaje rojo y me las coloqué lo más lento que pude, por el reflejo pude ver el bulto en su pantalón de chándal crecer, lo que llamó de más mi atención.
¡A ver si vienes con sorpresa incluida amigo de Connor!
—¿Cuál es tu nombre cariño? —tomé el sujetador a juego y comencé a colocármelo.
—Ander —respondió en modo automático sin quitar la vista de mis senos.
Aparté mi cabello a un lado y me di la vuelta dándole una excelente vista de mi trasero en lencería, bastante cara por cierto.
¡Mira con detalle pequeño puberto que en tu vida volverás a ver a una mujer como yo en una ropa interior tan malditamente cara!
—¿Me ayudas? —moví un poco el trasero y pude ver como tragaba en seco, si seguía así lograría que acabara en sus pantalones— Necesito que me cierres el sujetador.
Se levantó de la cama con cuidado y caminó hasta mi, lentamente. Cuando estuvo justo detrás de mi rozó con la yema de sus dedos mi espalda y una corriente recorrió mi columna vertebral dejando un hormigueo donde había tocado. Cuando terminó de abrochar mi sujetador yo me encontraba mirándolo por el reflejo del espejo, miraba mi cuerpo como hace bastante tiempo nadie lo hacía.
—Creo que tenemos un problema Ander —me giré con cuidado y lo miré desde mi altura a sus hermosos ojos.
Miles de preguntas pasaron por mi cabeza en ese momento pero la que mas llamó mi atención fue: ¿Es Virgen?
—Verás Ander —me comenzó a gustar de más su nombre en mis labios— Ayer yo llegué luciendo a casa como una completa diosa después de bailar y sudar en una calurosa y divertida fiesta —pasé un dedo por su pecho y para que mentirme si ya tenía curiosidad y me picaban las manos por tocar esa piel pálida y perfecta.
«Todo iba genial hasta que entré en mi cocina y vi un sexy chico semidesnudo en ella —el abrió los ojos de par en par, parece que iba recordando— Menuda sorpresa me llevé al ver él pequeño amigo de Connor borracho en plena madrugada y completamente solo —esto me estaba divirtiendo de más y tenía que poner mucho esfuerzo para no soltar una carcajada— Me dijiste cosas muy calientes Ander»
Pasé mi mano por sus abdominales y la dejé descansar en la cinturilla de su pantalón. Vale puede que me emocione la idea de que el chico jamás haya tenido relaciones sexuales con otra mujer y de que por lo visto le bulto entre sus piernas sigue creciendo.
—Yo, no recuerdo mucho —negó con su cabeza y subió la vista al techo— Por favor perdona si llegué a incomodarte —eso me tomó por sorpresa, se había disculpado por llevar sus instintos carnales al límite conmigo— Lo dejé con Fer ayer y todo era una mierda así que...
Corté sus palabras en una simple acción, llevé mi mano por dentro del pantalón hasta su pene.
—Me importa una mierda las razones que hayas tenido —comencé a hablar mientras movía muy lentamente mi mano sobre su grande y (para mi sorpresa) bastante grueso miembro— Necesitó que no vuelvas a vomitar mis zapatos.
Dicho esto comencé a mover la mano con más intensidad y justo cuando sus ojos se cerraron y su expresión me indicó que estaba a punto de correrse, retiré mi mano de su pantalón, caminé hasta la ropa que había en la cama, la tomé, me acerqué a él y deje un beso en su mejilla para luego entrar al baño.
Cuando salí del baño él ya no estaba en en mi campo de visión así que tomé mi bolso y mi teléfono y bajé las escaleras de dos en dos como solíamos hacer mis hermanos y yo desde que tengo memoria.
—Pensé que no irías a la universidad —Carl estaba sentado en una silla del comedor degustando un pedazo de tarta– Yo no estoy seguro de concentrarme con esta resaca.
Abrí la nevera, tomé mi vaso ya preparado con leche y me senté a su lado.
—Toma unas pastillas y llévate un botellín de agua —di un sorbo a la leche— Recuerda que jamás faltamos a clases aunque sea la peor cruda de la vida.
—Como odio que siempre tengas la razón —terminó su postre y lo vi desaparecer un momento para que después regresara con un botellín de agua entre sus manos— ¿Te adelanto?
Negué con la cabeza y él solo se despidió con un movimiento de mano. Tomé las llaves del auto y salí de casa.
Aquí voy otro día de completa normalidad en la universidad.
:0 Calun en multimedia 😎
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I Did Something Bad
Ficção AdolescenteNo confíes... No esperes nada de nadie... Porque nunca sabes que puede pasar al final... Claudia Hamilton una chica poco convencional que odia las etiquetas y se considera una de las personas más mordaces y sinceras del país... Si esa es ella... Él...