Dulce Madrid.

VI

Alissa

—¿Qué diablos, Ian? —La separación se sintió como una tortura pero una Ella nos miraba sumamente expectante. 

—¿Qué pasa? —Ian volteó los ojos exasperado. 

—Luca y Alissa están saliendo —lanzó y yo quise burlarme ¿Qué? Ian alzo una ceja expectante de mi respuesta

—Primero, no estoy saliendo con Luca —solté y Ella me miró con sorpresa— ¡Apenas lo conocí! —me burlé— y segundo, te acabo de conocer a ti también y no es mi puñetera culpa que todos en Madrid se conozcan —solté, Ella me miraba anonada, pero Ian tenía una jodida sonrisa. 

—¿Entonces? —preguntó Ian exasperado. 

—Solo estamos jugando, relájate — Hablé y salí de ahí. La verdad si estaba siendo una zorra, pero había llegado a Madrid para vivir y no estaba para dramas de terceras personas. 

—¿Todo bien Lissa? —Preguntó Lena y asentí. 

—Si, pero creo que esto se puede poner feo en un rato y me gustaría salir de aquí. 

—Vale, ¡ALE! —Lena le llamo— Queremos salir de aquí. 

—Esta bien, le preguntaré a Nate si irá con nosotros —dio media vuelta y se adentro en la multitud. 

—¿Qué hiciste? —cuestionó con suspicacia.

—Bese a Ian —sus ojos se abrieron como platos y me burle— y no solo eso, llego Ella y le dijo que yo estaba saliendo con Luca.  

—¿Y que le has dicho? 

—¡Que solo lo había conocido! 

—¡Joder! —Exclamó. 

—Además no es mi culpa que todos se conozcan, yo solo estoy disfrutando de Madrid y no es mi jodida culpa cualquier drama que tengan. 

—Joder Alissa, Ian y Ella son hermanos —¿Esto podía ser más raro? 

—¡Vamos! Nate se irá con una chica, salgamos de aquí —habló Ale y nos guío fuera de Kapital, estaba haciendo bastante frío y mi vestido no cubría absolutamente nada— ¿Quieren ir a comer algo? — preguntó cuando abordamos el auto. 

—Me encantaría acompañarlos pero realmente debo dormir, Alissa no irá mañana al trabajo así que quizás puedas llevarla a algún lugar genial de Madrid. 

—¿Quieres ir a Plaza Mayor? —Me preguntó y asentí, la verdad sabía que no dormiría pensando en todo lo que había hecho este día— Vale, vamos a llevar a Lena a casa— en pocos minutos estábamos dejando a Lena en nuestro apartamento, Alejandro la acompaño hasta la puerta y se dieron una tierno abrazo— ¿Estas lista? —cuestionó. 

—¡Claro que sí! —Exclamé emocionada. Amaba pasar tiempo con Alejandro, era como estar con un amigo de toda la vida. 

—¿Cómo la pasaste en kapital? —cuestionó mientras manejaba. 

—Genial, aunque lo de los personajes a veces se me sale un poco de las manos. 

—Ella me contó que besaste a Ian —soltó y por primera vez me sentí apenada, ni siquiera cuando Ella quiso reclamarme me sentí de esta manera. 

—El me beso —era verdad, pero sentí que le estaba mintiendo. 

—Solo debes tener cuidado, puedes jugar con Luca o con Ian, pero el juego con ambos se te puede salir bastante de las manos.