Dulce Madrid.

XIX

Luca

—¿Te sientes listo? —cuestionó mi madre mientras terminaba de ajustar mi corbata.

—Un poco —respondí sincero. 

—Puedes esperar más si así lo deseas —trató de darme ánimos.

—No pasa nada, ya es hora de darle un final a esto —susurré. 

—Todo pasa por algo, y lo que no, también es por algo —mencionó— Tomate tu tiempo para sanar, déjate caer si lo necesitas y brilla cuando estés listo para brillar —me abrazó—, No te obligues a estar bien si no lo estas y no te obligues a sentir si no sientes. 

—Gracias madre —subí al auto, leyendo una y otra vez aquellas palabras que había escrito desde hace tanto. 

Bajamos del auto huyendo de las cámaras que se arremolinaban a nuestro al rededor. El editor de mi libro me esperaba sonriente, me saludo con un apretón de manos. 

—Por fin llegó el día —mencionó. 

—¡Es hora Ale! —gritó Samantha. Me acerqué al micrófono, las personas invitadas por mi madre bajaron la voz, uno que otro murmullo aun se escuchaba y los latidos de mi corazón inundaron mi ser. 

—Buen día a todos —saludé— esté libro ha sido un reto para mi, más allá de ser la historia de alguien a quien amé con todo mi ser, es el fin de una etapa en mi vida. 

Eviterno narra la historia de Alejandra, mi alma gemela y el amor de mi vida. Narra sus pensamientos sobre la vida, sus analogías, su exagerado amor por vivir y la urgencia con la que lo hizo. 

Este libro me llevo por el viaje que más me ha dolido enfrentar, me orillo a cuestionarme quien soy y que hago aquí.  Me hizo dar vueltas y vivir con fuerza. Extrañarla y extrañar a quién era cuando estaba con ella.  

Hoy solo puedo decirles que todo llega, todo pasa y todo cambia —baje rapidamente allí, no quería seguir ni un segundo en este lugar. Los aplausos se hicieron presentes. 

—Debes esperar la rueda de prensa —mencionó mi madre y yo negué— Sí, responderás tres preguntas y luego puedes irte a donde quieras —afirmó y no podías decirle que no a Lucía Slock. 

—Buenos días —habló una mujer en un perfecto Frances— soy Agathe Dubois de Vanity Fair, ¿En algún momento piensa anunciar su noviazgo con la modelo Alissa Martinelli? —fruncí el ceño. 

—No estoy en ninguna relación —afirmé. 

—Louis Simon de Cosmopolitan —habló un chico pelirrojo— ¿La familia de Alejandra Reyes estuvo de acuerdo con la publicación de su libro biografía sobre ella? —asentí. 

—Tuve el permiso de su madre —respondí cortante. 

—Jean-Paul Le goff de Telva —me regaló una sonrisa cínica— A pesar de todos los años que han pasado ¿Sigue usted teniendo sentimientos amorosos por Alejandra Reyes? —fruncí el ceño y una sonrisa se extendió por su rostro. 

—No respondas —dijo mi madre tras de mi— Fue un gusto compartir esto con ustedes —habló y me obligó a salir de ahí.