El clima en Barcelona era bastante privilegiado en comparación con Madrid, había aíre fresco y un sol radiante. Amaba Madrid pero que hermoso era Barcelona.
El hotel Condes era de los mejores de la ciudad, estaba ubicado en el centro de Barcelona y a pesar de que habíamos llegado a tiempo para dar una que otra vuelta por la ciudad tomamos un taxi directo al hotel.
Todos estábamos un poco callados, sumidos en nuestros pensamientos y admirando las calles que nos dejaba ver la ventana de aquel taxi.
El hotel era impresionante, 8 pisos de estructura que daban paso a una hermosa fachada, todo se veía limpio y elegante, había paredes llenas de plantas hermosas y los detalles le daban un aíre de modernidad pero sin destruir el precioso toque contemporáneo. Todos nos registramos en recepción y se nos asigno una suite para cada uno. Alejandro se retiro de inmediato a la suya, mientras Nate y Lena se desaparecieron si decir a donde, yo por mi parte quería dar vueltas merodeando el hotel.
Quise subir a la terraza pero estaba cerrada porque allí sería el evento, así desistí de la idea e hice mi camino hasta mi habitación.
—¿Qué onda rubia? —pegué un grito del susto, últimamente se me hacía muy fácil perderme en el hilo de mis pensamientos y me asustaba con facilidad— Oye se que soy la peor compañía pero no es para tanto.
—Hola Luca —rodé los ojos— pensé que tendría la dicha de no verte más hoy.
—Mi madre me invitó y no puedo ser una patán con ella ¿Qué tal tu vestido? —preguntó.
—Bueno, lo soportare. Me ha fascinado, parece que a veces cambias de personalidad —quise dar la vuelta y seguir con mi camino pero su voz me detuvo.
—¿Quieres caminar un rato?
—¿Luca Slock no quiere estar solo? —pregunte con una sorpresa fingida.
—Eres la única persona a la que le hablo además de mi madre, por favor, acompáñame a caminar un rato.
—Que pena que mis amistades se enteren que paso tiempo con un loco —respondí con una leve sonrisa.
—Nadie tiene que enterarse, te guardaré el secreto —se burló— de todas formas no es como si quisiese que supieran que una rubia me cae bien, prefiero que digan que me gusta Ella o algo así.
—Realmente eres una jodida mierda.
—A una parte de mi le gusta serlo —tomamos el ascensor y bajamos hasta el sótano.
—¿Y a la otra?
—Lo odia —confesó.
—Genial —conteste. Saco unas llaves de su bolsillo y una camioneta negra sonó al tocarlas.
—¿No caminaríamos? —pregunté confundida.
—Eso quería, pero ahora mismo quiero ir a otro lugar —lo miré con desconfianza— Vamos rubia, no te quiero secuestrar —rodó los ojos— Deja de sobre analizar las cosas por el amor de Dios —era cierto, se trataba de perderse. Abrió la puerta del auto para mi y emprendimos hacia quien sabe donde.
—¿A donde vamos? —cuestioné.
—Que te importa —respondió con la vista fija en la carretera.
—¿A quien le importa? —suspiré, siento que esto es una muy mala idea.
—A mi —me confundía— ¿Qué tal mi auto? ¿Verdad que es guapo?
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Dulce Madrid.
Teen Fiction"Sinopsis. A veces la vida te da la oportunidad de cambiarla por completo, de reiniciarla, de tomar el control y elegir las reglas de tu juego y en ti queda tomarlo o dejarlo ir. △△△ Alissa Martinelli llevaba la vida perfecta, una envidiable famil...