TRADUCCIÓN_Ceguera_TERMINADO

29. El gato canela

Nota de Ángela: ¡Espero que todos estén disfrutando de las fiestas! Comencé lo que los granjeros de por aquí llaman cariñosamente 'hibernación', los días en que hace demasiado frío o demasiado húmedo para trabajar en los campos, así que acechamos en nuestras tiendas interiores haciendo reparaciones y gruñendo a los vendedores que merodean como perros de caza, olfateando ansiosamente una venta.

¡Disfrutar!

Caminar por Diagon ya nunca fue fácil. Los disfraces tenían que hacerse, con ropa práctica o con magia, a menudo ambos complementados entre sí, para evitar la detección pública directa de su presencia.

El incidente con las flores de diamantes y los niños, que parecía demasiado lejano según los cálculos de Harry, se había convertido en una especie de leyenda del Callejón. Como tal, los niños esperanzados y sus padres igualmente esperanzados, junto con hordas de brujas y magos, se encargaron de estar atentos a un mago de ojos verdes que lleva un bastón, que podría otorgar a sus almas afortunadas la misma riqueza en el pidiendo.

No debería haberlos hecho de diamantes. ¿Por qué había hecho eso? La próxima vez elegiría satén. Un bonito tono verde de verde ...

Hermione tomó su mano con fuerza, su voz era un susurro emocionado.

"¡Sabía que esto funcionaría! ¡Nadie nos ha reconocido!"

Harry, sintiéndose un poco ridículo bajo la peluca desconocida, le devolvió la emoción con una falsa voz de mujer. Fue más que espeluznante hablar como de costumbre y escuchar una voz diferente.

"¡Oh, mi querida hermana, siempre tienes las mejores ideas! "

Su risa ronca hizo que su sonrisa fuera genuina. Que había sido una buena idea bastante, si picaba su orgullo masculino. Dudley nunca le dejaría escuchar el final si se enterara de que su prima se había disfrazado de bruja pelirroja bastante poco atractiva.

Pero nadie vería al Hechicero Ciego cuando lo miraran con ese atuendo, eso era seguro. Ni siquiera había traído su bastón, aunque la falta lo hacía sentirse desnudo. Hermione lo había reemplazado con un bastón marrón corto, su parte superior tallada como la cabeza de un león rugiente.

Aparentemente, Kreacher lo había sacado del almacenamiento de Black.

Harry se tocó la cara distraídamente con una mano para rascarse donde un hilo de fibra muerta lo había rozado. El cabello muerto, incluso si fuera un animal, se sentía como llevar un cadáver. En su cabeza.

"¡Basta! Vas a estropear el maquillaje." Ella tiró de su mano hacia abajo y luego se rió. "¡Te arruinarás el maquillaje !"

"Me alegra que alguien se esté divirtiendo". Él refunfuñó. "Esta mujer preferiría no usar lo que sea, esa cosa negra que tú me tiraste en la cara. Es pegajosa".

"No es negro, te da un aspecto más ... bronceado. Como si realmente hubieras tomado algo de sol".

"¡No te pongas esa mierda en la cara!" Preguntó Harry. "Entonces, ¿por qué lo hice?"

No podía recoger el maquillaje líquido negro oscuro con la vista si estaba lo suficientemente extendido, ni podía ver varias lociones por la misma razón. La luz natural de un cuerpo brillaría a través de él. Pero aún se habría dado cuenta si ella lo usaba. Olía a productos químicos.

"Lo hago a veces." Dijo ella con firmeza. "Y nunca lo has notado. Además, no lo necesito para mi disfraz. Puedo usar un glamour sin que me ciegue".

Él la miró boquiabierto. "¡Yo también me daría cuenta!"

"Oh, mira Harriet , estamos aquí." Los detuvo y su luz prácticamente se iluminó con entusiasmo.