CAPITULO 33

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Era el ojo de la tormenta. Si tan solo sus amigos pudieran estar ahí… sería el epítome de la hipocresía hacía la situación mundial.

Finalmente llegó el día de volver a Hogwarts, alistaron sus cosas y con algo de nerviosismo esperaron. Como la última vez Snape tocó la puerta y avanzaron hasta donde podían aparecer, una vez en Kingcross el profesor los llevó hasta el tren, lo dejó allí y se fue por su lado.

Estaban temprano, aun así los pocos que estaban les lanzaban miradas extrañas, si no paraban Blaise los carbonizaría con su nuevo fuego control aprendido así que Aang lo llevó a un compartimiento y cerró la puerta y persianas.

Aang vio por la ventana al grupo de Gryffindors y los llamó. Blaise notó que Harry dudaba antes de seguirlos soltó un suspiro nervioso. Ellos entraron y se saludaron.

-Me alegra que estén bien –Hermione los abrazó –pero Aang, debemos irnos, deber de prefectos.

Hermione jaló fuera a Aang, nuevo prefecto de Hufflepuff, le habían dado su insignia un día antes, y Ron dejando a Harry y Blaise en un incomodo silencio. Blaise estaba a punto de enloquecer cuando la puerta se abrió. Neville y Luna los vieron y en la cara del chico apareció alivio.

-¡Harry! Blaise… ¿Podemos sentarnos acá?

-Si claro, adelante.

-El ambiente esta llenó de Wrackspurts ¿Pasó algo?

-Eh… no nada Luna –Harry se dedico a hablar con ellos mientras Blaise guardaba total silencio. Claramente hablaron sobre lo sucedido en el ministerio la mayoría del tiempo.

Harry no sabía cómo hablarle, incluso el tema que tenía sobre el extraño comportamiento de Draco era algo que no podía decirlo frente a Neville y Luna pero había perdido su momento a solas. Simplemente no podía, cada vez que intentaba o pensaba hablarle los dos besos le venían a la mente y no sabía que pensar sobre eso. Muy bueno, no podía negarlo, las dos veces había sentido algo fuerte y profundo que no había existido cuando Cho lo besó pero no sabía que pensar sobre las relaciones homosexuales. En el mundo Muggle aun no eran totalmente aceptadas pero poco a poco se podía considerar que había avances pero en el mágico… no lo sabía y no se veía preguntándole a nadie, ni siquiera a Luna. Sabía que era estúpido frenarse sólo por la imagen en la sociedad pero no podía evitarlo, ya era alguien que resaltaba sólo por su estúpida cicatriz pero si entraba en una relación así… era confuso. Había sido un alivio poder pensar en eso durante el verano para distraerse y no pensar todo el tiempo en Sirius pero ahora era agobiante.

Sin darse cuenta el anochecer llegó y con el llegaron invitaciones tanto para Blaise, Harry y Neville para una reunión con Horace Sluggorn el nuevo profesor. Dejando a Luna con Hermione y Ron que acababan de llegar, ellos avanzaron encontrándose a Aang en el camino, hasta el lugar de la reunión.

Además de ellos estaban Cormac McLaggen un gryffindor, Marcus Belby un Ravenclaw y Ginnie. La reunión era aburrida y no parecía tener un objetivo, además Blaise y Aang tuvieron que soportar al hombre hablar de su madre y darles sus condolencias. Ellos ni siquiera habían podido ir al funeral o entierro, nada. Y luego los dejó irse con la promesa de más reuniones.

-No entiendo que ganamos de eso.

-Nosotros nada, pero él gana contactos. Es sucio servirse de estudiantes siendo profesor pero es astuto.

El origen olvidado de la magia{finalizado}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora