CAPÍTULO 21

157 22 10
                                    


Me sentía incómoda estando sobre las piernas de Zai'd. ¡De Zai'd!.
Incluso Aileen me observaba como si quisiera asesinarme, llevandome a la conclusión de que su odio hacía mí se debía pura y exclusivamente a él: Zai'd.

-Podemos ir por unos tragos, la noche está hermosa- propuso una de las amigas de Aileen, llamando mí atención.

- Me sumo- aseguró Izan.

-Igual- levantó la mano Theo.

- Me parece una gran idea, podemos ir a un bar que conozco- dijo Aileen.

-¿Josh?- preguntó, Theo.

-Ammm... bien, si. No tengo nada mejor que hacer- levantó sus hombros.

-¿Zai'd?- preguntó, Aileen.

-Claro- aceptó, Zai'd.

Lo miré rápidamente, llamando su atención. Alejó su mirada de la ventanilla para centrarla en mi persona.
Pensé.... que regresariamos a su casa. Tenía las esperanzas de... regresar.

-Aún sigue en verde, más rápido que llegamos a cruzar- indicó Theo.

Obligando a que Izan tenga que acelerar de golpe.

Casi besó a Zai'd, pero mis excelentes reflejos me obligaron reaccionar a tiempo colocando ambas manos sobre el asiento. A ambos lados del rostro de Zai'd.
Sin embargo, nuestros rostros quedaron a escasos centímetros de distancia uno del otro.

Nuestros labios quedaron a escasos centímetros de distancia.

Respire con dificultad, fijando mi temerosa mirada en aquella intensa mirada.

Zai'd mojó sus labios, a medida que su mirada viajaba de un lado hacía el otro recorriendo mi rostro.

Su mirada se fijó en mi boca. En mis labios.

Apretó su mandíbula con fuerza.

Demasiada tensión.

Me aleje rápidamente, retomando mi postura inicial. Distante.

Fijé mi atención en la parte de enfrente del auto, como si nada hubiera pasado.
Sentí que mi corazón iba a mil por hora.

Eso estuvo cerca, pensé.

Demasiado cerca.

*

Ingresamos al bar-restaurant, y seguí al grupo que se abría paso entre las demás personas en busca de una mesa.
Contaba con una de esas barra en donde había algunas personas sentadas tomando algo. Sobretodo, hombres y mujeres de trajes que buscan un poco de relajación.
Había varias mesas cuadradas. Algunas son para dos, tres, cuatro hasta diez personas. Dependiendo el grupo de amigos.
Escogimos una gran mesa.

Tomé asiento, quitandome el abrigo que Fiore me prestó, ya que la calefacción estaba un poco fuerte.

Cuando todos ya estuvimos sentados de la siguiente manera: Theo, una amiga de Aileen, otra amiga de Aileen, yo. Y en frente, del otro lado de la mesa... Izan, Aileen, Zai'd y Josh, una moza se nos acercó para anotar nuestros pedidos.
La música electrónica tenía el tono ideal. Ni muy fuerte como para impedir que oigamos la voz del grupo de amigos, ni muy despacio.

Luego de que la moza se alejó con nuestro pedido, un enorme silencio se instaló entre nosotros. Cada uno estaba metido en su celular.
Mi mirada recorrió el lugar, deteniendose en cada pequeño detalle del mismo.

-Mira, Zai'd...- soltó Aileen, acercándose más y mostrándole algo en su celular -Tú banda favorita tocará en ese bar, la semana que viene- le dijo, fijando su mirada en el perfil de Zai'd que se acercó para poder observar lo que Aileen le señalaba en su celular.

EL CASCANUECES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora