EL CASCANUECES

CAPÍTULO 22

-Para... para....- le pedí, colocando mis manos sobre su agitado pecho, dándole el punto final a aquel beso.

Y que beso.

-¿Qué....- susurró, confundido -Vanessa....- soltó, con dificultad.

Me llevé una mano a mi cabeza, tratando de reaccionar.
Respire varias veces tratando de recuperar el aire que escaseaba en mis pulmones. Remoje mis labios, sintiéndolos hinchados debido a aquel apasionado beso.

Esto está mal.

Me escabulli para alejarme.

Abrí la puerta del lugar, ingresando nuevamente. A toda prisa.
Me abrí paso entre las personas en busca de mi mesa. Aún sentía como si mi corazón se saliera por mi boca.
Aún sentía mis labios como si palpitaran.

-Vanessa....- oí a Zai'd, al seguirme.

Me acerqué a la mesa llamando la atención de todos los amigos de Zai'd. Tomé mi abrigo, y di media vuelta para huir.

Lo único que quería era huir.

Sin embargo, Zai'd se interpuso en mi camino. Traté de esquivarlo, por supuesto que lo hice, pero se movía impidiendo que escape.

-¿Vanessa?- colocó una mano sobre mi brazo, deteniendome.

-Déjame pasar- le pedí, enfrentandolo con la mirada.

-¿Qué....- intentó buscar una explicación -¿A dónde vas?-

Recuperé mi brazo, pasé a su lado y me aleje de allí.

Abrí las puertas una vez más, saliendo del lugar. Me coloqué la campera y poco a poco me fui alejando del bar.

Eres una idiota Vanessa.

¿Cómo pudiste dejarte llevar?. Por segunda vez...

-¡Vanessa! ¡Espera!- gritó Zai'd, sin hacer caso a mi pedido de que se alejara de mi -¡Vanessa!- me llamó una vez más, logrando que me detuviera.

Di media vuelta para enfrentarlo.
Zai'd corrió unos pasos más, hasta detenerse en frente de mí.
Aquella mirada llena de confusión se fijó en la mía.

-¿Qué fue todo eso?- preguntó, señalando a sus espaldas. Más que confundido -Vanessa, acabamos de....-

-¿Crees que soy idiota, Zai'd?- lo interrumpi, fulminandolo con la mirada -¿En verdad crees que soy una ingenua imbécil?-

-¿Qué?, no- negó, intentando tocar mi brazo.

Retrocedi dos pasos, evitando su contacto.

Su peligroso contacto.

-¿Te divierte jugar a dos puntas? ¿O te divierte más si son más de una?- ataque, enfadada.

No sólo estaba enfadada con él. Estaba enfadada conmigo misma.
¿Cómo pude dejarme... cómo pude caer?.

-Entre Aileen y yo no hay nada...- se defendió.

-No estoy hablando de Aileen- negué, dando media vuelta.

Necesitaba tomar un remis, un taxi. Lo que fuese.
Llegué hasta la calle, tratando de visualizar algún medio de transporte.
Zai'd se colocó a mi lado, sin la intención de dejarme.

-Vanessa, no estoy jugando contigo- confesó -No hay nadie.... no estoy jugando a dos puntas...- explicó.

Visualice un taxi, le hice seña para que se detuviera.
Cuando el vehículo se detuvo a un costado, enfrente a Zai'd con la mirada.

-¿Jugabas con mi madre también?- solté.

Caminé al taxi y abrí la puerta trasera.
Subí al mismo, pero me moleste cuando Zai'd subió del otro lado, tomando asiento a mi lado.