Capítulo 28: El Amarillo No Crea Al Naranja

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Capítulo dedicado a: LexiaAmethystus, _Ddaeng_707 y Renesme043, por seguir esta historia

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Capítulo dedicado a: LexiaAmethystus, _Ddaeng_707 y Renesme043, por seguir esta historia. ¡Muchas gracias!

Para crear un color naranja se necesita mucho color amarillo y el hilo rojo del destino

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Para crear un color naranja se necesita mucho color amarillo y el hilo rojo del destino. Eso era lo que más odiaba Kageyama. Ese destino donde él terminaba flotando en la nada era el más probable, sentía que ése era su único destino mientras se quedaba completamente quieto a un lado del pequeño chico que se encontraba sentado en el suelo, con papeles en su mano que pronto eran desechados al cesto de basura después de que Miya se disculpara con él por gritarle, y se lo acercó lo más que pudo.

En medio de la cancha estaba el partido entre Nekoma y Karasuno, por el momento, Hinata fue puesto a descansar en el primer set y Tobio de una u otra forma, terminó acompañándolo. Los dos estaban sentados, uno al lado del otro, sin decir nada al principio más que pequeños rubores en sus caras que los delataban y la tensión mezclada cuando se observaban de reojo.

—¿No quieres jugar? —cuestionó de improviso Hinata, logrando que el chico girara un poco su cabeza para por fin darle un vistazo. La pregunta sin duda era tonta, porque se trataba de Tobio Kageyama, lo más obvio era que quería jugar, lo más seguro era que estaba ansioso por entrar a la cancha.

Hinata sonrió con un poco de suavidad, agradeciendo porque su nariz dejó de sangrar con que sólo pasara muy poco tiempo, captando la mirada curiosa de Kageyama ante la reciente pregunta expulsada. Sus pupilas estaban dilatadas y sus ojos abiertos de par en par, de vez en cuando parpadeaba y su inquietud discreta de jugar con los dedos de sus manos, revisando sus uñas y dando vistazos directos a Sugawara cada vez que gritaba el nombre de Daichi, Tsukishima y Tanaka lo ponían en una contraposición prudente.

—Sí, pero el entrenador me pidió que le diera el primer set a Sugawara-san, para que él también pudiera lucirse —susurró por completo, dando un suspiro y cerrando sus ojos por unos momentos. Shoyo escuchó esa verdadera explicación demasiado creíble, sin embargo, había algo que no le terminaba de cuadrar: Kageyama amaba ser armador, pero también amaba con la misma intensidad el voleibol en sí. Si él no jugaba como armador, le gustaría jugar en otras posiciones incluso a regañadientes, ¿no?

Destinados [KageHina] | Omegaverse \ En EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora