Capítulo 25: Esa Persona...

2.4K 374 426
                                    

Capítulo dedicado a: Kagehina_Canon, por seguir esta historia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo dedicado a: Kagehina_Canon, por seguir esta historia. ¡Muchas gracias!

—¡Dormiré con Nii-chan! —El permiso otorgado de sus padres y del mismo Hinata, sólo lograron que Tobio tuviera un pequeño y apenas visible temblor en su ceja izquierda

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Dormiré con Nii-chan! —El permiso otorgado de sus padres y del mismo Hinata, sólo lograron que Tobio tuviera un pequeño y apenas visible temblor en su ceja izquierda. Para colmo, pudo notar como la pequeña niña de hebras naranjas le dedicaba un gesto de burla, de triunfo, como si de verdad hubiera logrado algo realmente impresionante.

Kageyama no pudo entender ese tipo de miradas, pero por alguna extraña razón se sintió atacado por un infante. La pequeña niña se revolvía en la alegría y la euforia de haber ganado ese encuentro tan bien batallado, sosteniendo entre sus pequeños brazos dos almohadas bien rellenas de algodón, y el intruso sostenía una gruesa cobija de color azul. Shoyo terminó de alistar el futón y Natsu no pudo evitar inflar su pecho con orgullo.

«Sí, Kageyama-kun, ¡yo dormiré con Nii-chan y solo en el futón!», esa exclamación orgullosa la llevó a dar una carcajada mental por sentirse la ganadora. ¡Kageyama no podía hacer nada a oscuras porque ella estaría en el cuarto! ¡Ya no podría robarle besos a su querido hermano!

—Hinata, ¿tú dormirás en tu cama? —preguntó Tobio de improviso, ahora siendo él quien se acomodaba de rodillas sobre el suelo y dejaba la cobija sobre el pequeño colchón alisado plegable que había colocado Shoyo. Natsu se revolvió de alegría mentalmente una vez más, y no contó para nada con el interrogante gesto de Shoyo algo ofendido que le dirigió a Tobio, era algo que llevaría la batuta de ahora en adelante.

—¿Quieres que duerma en mi cama? —soltó de improviso y con un tono de voz algo suave, sin buscar alterarse a pesar de que sus rasgados ojos cafés no le apartaban la vista al mayor. Por supuesto, ante ese comportamiento, el azabache no pudo hacer más que tragar grueso, como si una parte interior dentro de él le avisara que ese pequeño Omega buscaba algo más. Algo más que no alcanzaba a entender ante algo tan primerizo que no abarcaba con sabiduría, porque nunca antes había estado enamorado de alguien más.

Destinados [KageHina] | Omegaverse \ En EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora