" EL ÚLTIMO REY " | El Reino de Corea del Sur a entrado en crisis.
☘︎︎Segunda parte de "Shh... Soy tu dueño"
☘︎︎ Aclaro que está historia no es mía, todos los creditos a @nininoona8
☘︎︎ Contenido homosexual, si no es de tu agrado por favor no ent...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jake se levantó con los pequeños picos de su hijo. Hasta un punto le recordaba a Sunghoon en la mañanas. Su pequeño había sacado los finos labios de su padre.
- ¡Papi! - su hijo le quitaba la colcha que lo protegia de los vientos de verano. - ¡Papi, es mi primer día! ¡Levántate papi!
Soltó una risa al ver la emoción de su pequeño, sin que se diera cuenta lo tomó de sus delgaditos brazos y lo tumbó a la cama. Empezó a hacerle cosquillas, su hijo botaba risas sin parar mientras le decía a su papi que pare.
- Ya. Basta de cosquillas, a desayunar.
Era un lindo despertar, pero como Jake conocía muy bien, no duró mucho el buen rato. Cuando bajó al primer piso, una alacena vacía la recibió.
- Papi ¿Podrías hacerme leche con chocolate? - su hijo lo miró con esos lindos ojitos negros.
Sus labios temblaron al tener que negarle su desayuno. El dinero no alcanzaba, su hijo no podía crecer fuerte y sano porque no tenía dinero.
- ¿Podemos tomar té de desayuno, amor? Me olvide de comprar la leche y el chocolate.
Una vez más tuvo que mentir.
Su bebito lo miro sin decir nada. Jake tuvo que ahogar un sollozo porque su pequeño ya sabía que no había dinero. Sabía que su bebé quería un juguete el año pasado, pero no pudo comprarle su carrito que tanto quería. Se sentía tan frustrado.
Para la tarde había decidido cocinar ramen. Bueno, no debería decir cocinar porque el ramen era instantáneo. Jake lloro mientras lo calentaba en la pequeña ollita, era tan inservible que ni siquiera podía dar algo saludable a su hijo.
- ¡PAPI JAKE! - escuchó el llanto desgarrador del pequeños de cinco años. - ¡PAPI YUNNIE!
Dejó el cucharón en la cocina y corrió a la puerta a abrir al niño que tocaba desesperadamente.
- Mi amor... - se sorprendió. - ¿Porqué llo-
- ¡¿Porqué no me dijiste que era huérfano?! SOY UN BASTARDO.
El bebé rompió en llanto.
- ¿Quién te dijo eso? - Jake preguntó incrédulo.
- ¡Los niños de la escuela no quieren tener un amigo huérfano y sin apellido!
