El Último Rey. Sungjake

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Jake volvió a la realidad con los suaves toques en su puerta. Quiso responder, pero, sin respeto alguno, Sunoo, Beomgyu y Hueningkai entraron a la habitación.

- ¡Jake! - Sunoo habló feliz - El estupido de Beomgyu y el mocoso de Hueningkai vinieron a visitarte.

Sim soltó una risa ante el apodo dado a sus mejores amigos. Beomgyu lo saludó con su dulce mirada y Kai se fue de frente a echar a la cama. Ninguno de sus mejores amigos tenía filtro.

- ¿Cómo has estado, mi Yunyun? - Beomgyu le dio un fuerte abrazo, Gyu era ese tipo de amigo a quien nunca podría negar sus muestras de afecto.

- Ustedes saben... - trató de sincerarse. - Aún extraño a Sunghoon, pero como dice Soobin, la vida sigue y tengo que enfrentar esta situación por más triste que sea.

Hueningkai solo hizo una mueca ante eso. - Jake, siempre has sido fuerte en los momentos que nadie habría podido, no te puedo decir que el dolor pasará, pero siempre tienes nuestro amor para cuando creas que estás solo.

Sonrió ante ello, no le había revelado nada a sus amigos sobre su embarazo, hace unos días no estaba seguro de tenerlo. Solo Sunoo sabía, este le había prometido que cerraría su boca.

- Pero hey. - cambio el tema de conversación. - Cuéntenme de ustedes, ¿Cómo va todo?

Choi soltó una risa coqueta, Hueningkai solo volteó los ojos ante la reacción de su amigo. - ¿Recuerdas que hace tiempo Beomgyu llegó a la cafetería diciendo que se había enamorado a primera vista por sexta vez? Fue de un chico que se topó en el metro. Pues adivina, lo encontró de nuevo y el sin vergüenza le pidió su teléfono.

Beomgyu soltó otra risa nerviosa pero esta vez tapando sus mejillas. Jake se sentó en el mueble dentro de su habitación para tener más comodidad, Sunoo se echó en la cama también, atento a lo que decía el más pequeño de todos.

- Mientras hicimos nuestro registro en la entrada de palacio, el chico del tren entró y no era un simple chico de tren, sino nada más ni nada menos que un policía, quizás un mayor o un comandante. Tenía una pistola y mostró su placa.

- ¿Un oficial aquí?

Beomgyu por fin habló. - ¿Lo conoces? Dime que sí, preséntamelo porfa.

Kim rió ante lo dicho por el chino. - El único "policía" aquí es Moon Kevin y no es policía sino el jefe de inteligencia, algo así como su mano derecha de Jaeho, el ministro del interior.

Beomgyu volteó hacia el príncipe. - Entonces sí lo conoces, ándale háblale de mí. - Choi juntó sus manos.

- ¿Te gusta Moon? Él es un poco frío. - confesó.

- No importa. - Beomgyu ni siquiera escuchó. - Yo lo pondré caliente. Ya que tengo su teléfono, ¿Se vería feo si le mando nudes?

Jake rió por la actitud de su mejor amigo, a veces podía ponerse intenso.