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Su cara estaba deformada por la sangre, sus brazos le dolían por  la altura en la que estaba colgado

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Su cara estaba deformada por la sangre, sus brazos le dolían por  la altura en la que estaba colgado. El sonido de las gotas cayendo ensordecía la habitación. Por fin, había despertado, pero sabía que de nuevo volvería a desmayarse, sus costillas le dolían por lo molidas que estaban. Tenía sed y lo único que recibía de agua era su sangre.

Escuchó el chirrido de la puerta. El maldito estaba ahí, fumando su cigarro barato. Percibió el olor de la marihuana.

- Oye reina. - habló botando rastros de su saliva. Decidió ignorarlo. - Vamos reinita, te estoy hablando. - Por fin llegó el Internet a esta mierda de lugar.

No respondió nada, sus costillas le dolían como el infierno, sentía que sus músculos eran desgarrados por como la cadena lo tenía colgado.

- ¡HIJO DE PUTA TE ESTOY HABLANDO!

En un ataque de cólera el tipo movió el cigarrillo a su cuerpo y apretó con odio en el magullado abdomen, grito por el dolor de la quemadura.

- ¡Responde mierda!

Nuevamente estampo el ardiente cigarrillo en su piel abierta. Sentía como su carne y su sangre ardían en su piel.

Gimió por el dolor

- ¿Qué quieres? - habló casi inaudible.

Dio una risa irónica. - Eras como un animal, solo hablas cuando te golpean. Pero, dejemos eso de lado. - mordió su labio para no gritar por las quemaduras en sus heridas abiertas. El hombre se había sentado en una silla frente a él dando una nueva calada a su cigarrillo. -Ah... ¿Qué se siente? Dígame majestad.

Sabía que tenía que responder. - N-no entiendo.

- Oh. - dio otra calada, el humo se dispersaba en el ambiente. - El prostituto ese con el que te casaste... ¿Jaki? - sintió como sus sentidos se ponían alerta al escuchar el nombre de la persona que amaba. - Esa perra... Sabe cómo complacerte en la cama. Ja, la mierda esa está embarazada. Felicidades, alteza, será padre.

Sunghoon tembló ante eso. ¿Era verdad? ¿Iba a ser papá? ¿Jake ya habrá tenido su ultrasonido? Esa noticia era hermosa. ¿Cómo estaba él? ¡Jake estaba bien?

- Oh... Mírenlo como sonríe. - el hombre se paró de su asiento y se acercó a él a pasos lentos. Jake puso si cuerpo rígido sabiendo que nuevos golpes caerían en su cuerpo. -- maldita escoria. -- el escupitajo cayo en su cara.

- Nunca veras a tu hijo, maldito hijo de puta. - el puño cayó con fuerza en su diafragma dejándolo sin aliento, como loco busco aire, pero un jadeo salió de sus labios al sentir otro golpe en su roto pómulo, la sangre salía a montones. El olor era nauseabundo.

- Mierda, tu asquerosa sangre mancho mi camisa.

Jake daba hondas respiraciones, no sentía el oxígeno en sus pulmones.

El Último Rey. Sungjake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora