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Dos días de la muerte de Sunghoon

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Dos días de la muerte de Sunghoon.

Entro a la habitación sin tocar la puerta, Sunghoon lo hubiera reprendido por su falta de respeto... Pero eso no importaba ahora, no importaba porque la llamada de atención de su amado no solo estaría en su mente, Sunghoon podría estar vivo.

Con una sonrisa y la emoción desbordante habló. - ¡Baekhyun!

El mayor se encontraba durmiendo, su peso se había reducido considerablemente. Se encontraba en posición fetal, posiblemente en un intento de recordar los amorosos abrazos de su único hijo.

- Baekhyun... - uso un tono de voz suave. - Levántate.

El mayor abrió sus ojos lentamente. Sus ojos tristes, sin vida, chocaban con los destellos en los iris del menor.

- Baekhyun... Encontraron a Chanyeol y está vivo. Aún tiene un estado de salud delicado pero cabe la posibilidad que si el esté vivo, Sunghoon también.

El debilitado hombre no reaccionó ante la noticia, solo analizaba las fracciones de Jake. Sus ojos se acuaron mientras acunaba el delicado rostro joven de Sim en sus manos... Jake era tan él cuando joven. Tan lleno de vida, de sueños, de ilusiones y metas.

Pero a él, Chanyeol se las arrebató cruelmento. El nunca quizo el puesto de la corona, el nunca amo a Chanyeol. El amaba su libertad y su juventud, mientras que Chanyeol se sentía celoso ante ello. Por eso se caso con él, lo condenó a una vida triste, una vida que el odiaba. Trató de llegar a un acuerdo, trató de convencerlo que lo deje libre, que el no era para la corona. Que él nunca lo amaría... Sin embargo, Chanyeol fue un maldito, lo tuvo contra su voluntad en cada momento, era un prisionero en el castillo... veía a sus amigos hacer su vida, viajar, aprender... amar. El nunca amo, el odio a Chanyeol. Aun recuerda como sus piernas temblaban cuando Chanyeol lo obligó a intimar, era joven y no quería quedar en estado. Le dio tanto asco cuando sintió como el líquido caliente se deslizaba dentro de él. Odio tanto ese día, odio tanto a Chanyeol porque lloraba para que pare, para que ya no lo toque, que deje se cuerpo en paz. Chanyeol quería un hijo pero su joven cuerpo se rehusaba a tenerlo, por eso siembre lo tocaba, casi todas las noches. Nadie lo ayudaba...

Pero, Dios fue bueno después de todo. Cuando quedó en cinta, no puede mentir, aborreció tener un bebé adentro. No comía, vomitaba las pastillas, fumaba a escondidas. No quería tener un hijo de ese hombre.

Hasta que llegó el día del ultrasonido... Oh, santo dios. El corazón de su hijo... de su Sunghoon. Sonaba tan lindo, como pequeños golpecitos en la piel, ese bebé era inocente. Tan inocente como alguna vez lo fue el en su juventud.

Desde aquella solitaria pero optimista tarde, Baekhyun se dedico amar a su bebé. Su pequeño Doonie dio luz a su vida aburrida cuando nació, aprendió a hacer ropita, le cantaba canciones de cuna y miraba series de discovery kids con su bebé. Él era dada y su bebé era Doonie, el mejor equipo que el mundo pudo ver.

El Último Rey. Sungjake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora