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4 semanas de la muerte de Sunghoon

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4 semanas de la muerte de Sunghoon.

- Tu pancita ha crecido un poco más, ¿Por qué no te tomas fotos? Soobin te dio muchos lápices de colores.

- Vete por favor...

Sunghoon había estado presente casi toda la semana, era doloroso verlo tan vivo, aunque, en realidad, no lo esté.

- Me gustaría que se llame Minseo si fuera niña. Si fuera un niño... podría ser un nombre americano ¿Tú qué opinas amor... No llores, yo estoy aquí. ¿Porqué que lloras?

Jake ya no resistía imaginarlo más, lo extrañaba mucho. Tenia la necesidad de abrazarlo, se sentía tan frustrado porque sabía que solo era su imaginación, que Sunghoon no estaba ahí mirándolo ni acariciándolo. Pero, sus manos se sentían tan suaves, tan familiar, tan reales.

- ¿Por qué vienes? Si después de te vas, ¿Porque?

Sintió los dedos de Sunghoon como tomaba su barbilla y levantaba su rostro. - Amor... no me he ido. Aquí estoy contigo, ¿No es eso lo que deseas?

- Pero estás muerto, Sunghoon. Maldita sea.

La risa suave de Park fue escuchada en la habitación. - Estaré muerto cuando tú mismo me dejes ir.

- Pues vete.

- Bien. - Sunghoon se levantó y se dirigió al balcón. - ¿Estás seguro?

- Sí

Sunghoon solo hizo una mueca triste, vio hacia al cielo y antes de perderse por entre la gran cortina, el grito de Jake lo detuvo. Sim corrió hacia Park, abrazándolo por la espalda.

- Es-está bien. No importa si estás muerto, solo quiero estar contigo. Que importa si eres parte de mi imaginación, yo quiero estar junto a ti. Por favor, no me dejes.

Jake lloró abrazando a lo que su retorcida mente creaba. No podía seguir sin Sunghoon, no quería estar solo de nuevo, no quería criar a su bebé solo, quería que Sunghoon cargara a su hijo, que le de besitos a su barriguita. No quería esto, no quería estar así de solo. En un palacio tan grande y lujoso, pero al mismo tiempo, tan pobre, tan solitario, tan extraño para él. Su corazón se retorcía al ver la imagen de Sunghoon aparecer de repente. Amaba cuando de un momento a otro, en la soledad de su cuarto, aparecía preguntándole sobre si se había tomado foto de su barriguita. Sunghoon no aparecía en las fotos, pero desde que su mente había creado esta imagen de su esposo, Jake se sentía más vivo, más animado. Le dolía saber que era toda una mentira, pero no importaba, el Sunghoon de su cabeza le estaba enseñando a amar a su bebé. Porque, ya desde hace una semana, creció en él la curiosidad de ver ropita en internet.

"¿Quiere que feto tenga pelo largo?" Park le había dicho aquel día mientras ambos veían fotos de ropita de recién nacido. "Me gustaría que tenga una sesión fotográfica de el siendo un marinero" Jake recuerda haber reido ese día "¿Y sabes que es mejor?" la expresión de Sunghoon era tan real... "Lo mejor es que yo no soy marinero, soy capitán" Realmente la vida de Jake había vuelto a ver la luz.

El Último Rey. Sungjake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora