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La brisa del viento volvía sus cabellos desordenados, el día no había querido sonreír aunque para ser sinceros, ni el sol más brillante los alegraría

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La brisa del viento volvía sus cabellos desordenados, el día no había querido sonreír aunque para ser sinceros, ni el sol más brillante los alegraría. Al frente de ellos se encontraba la pequeña tumba de su bebé.

- En realidad, solo le hablo al viento... la bala impacto directamente en su estómago, la pólvora quemó otras partes de su cuerpo, cuando los médicos trataron de salvarlo solo pudieron sacar pedazos destrozados. Se cremó los pedazos y pues... aquí está. El polvo es lo único que queda de mi bebé.

Jake no lloró solo sentía el cantar de los pájaros, trataba de enfocarse en aquel sonido y en lo dulce que pudo haber sido su hijo.

- Lo siento, desearía haberte hecho caso y no tomar ese avión. Quizás todo sería diferente ahora.

Sunghoon se encontraba al lado suyo, viendo también aquel girasol que poco a poco había perdido su reluciente color amarillo.

- Muchas veces traté de imaginar su rostro, siempre terminaba en tu sonrisa y grandes ojos. Creo que nuestro bebé sería muy igual a ti.

Sunghoon quizo sonreír pero se sentía tan lejano y extraño.

- Lo siento...

- No te disculpes. - Jake hizo contacto visual con el. - Sé que si tan solo hubieras estado conmigo todo sería distinto. Nunca me harías daño.

Una traicionera lagrima cayó del rostro de Park, Jaeyun inmediatamente la limpio.

- Es tan frustrante. - confesó. - No se como ayudarte, tan solo te veo y me siento distante. Quiero verte sonreír y reír como antes pero todo lo que nos rodea es nuestro yugo. Me siento tan inútil.

Sim abrazo con fuerza el pecho del pálido para después apoyar su cabeza ahí. Trataba de refugiarse en su lugar seguro.

- No tienes que sentirte mal ni menos inútil... - aspiró aquel varonil perfume. - Lo que más añoraba en mi soledad era estar contigo. Volver abrazarte y escuchar que me protegerías. Tu sola presencia es mi fortaleza.

- ¿Cómo puedo ayudarte? - Sunghoon tomó los aún delgados hombro de Sim. - ¿Cómo puedo regresar el tiempo y hacer las cosas bien?

Jake rio. - Estando contigo todo estará bien. Solo quiero tenerte a mi lado y creo que poco a poco podré salir de esto.

- Entre a su cuarto, había una foto de su ultrasonido.

Jake recordó lo nervioso que estuvo aquella vez, a pesar que Soobin estuvo consigo no podía dejar ese sentimiento de soledad.

- Cuando escuché sus latidos fue muy bonito, después de la consulta imagine cómo sería una vida con él. Nuestro bebé me ayudó a superar tu pérdida. Fue mi principal fortaleza.

Un silencio se instauró en ellos, Sim un poco cansado se sentó en el césped, Sunghoon lo siguió, ambos miraban la pequeña tumba. A los lejos unos niños jugaban mientras unos padres miraban lo que sería la tumba de un familiar. Sunghoon había visitado a su padre una semana antes. El mausoleo privado le dio la seguridad de llorar a su padre. A pesar de todo, no podía odiarlo, tampoco detestarlo o olvidarlo. Era su padre y después de leer esa carta, llegó a la conclusión que su padre había sido tan atormentado para volverse en aquel tan frio ser que conoció.

El Último Rey. Sungjake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora