El Último Rey. Sungjake

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Mención de autolesiones, leer bajo su propia responsabilidad.

Un beso en su frente por parte de Soobin avisó que ya pronto se iría.

— Cariño. — los largos dedos de su amigo peinaron su desordenado cabello. — Voy a salir por unas horas. Sunoo vendrá en unas horas. Traeré un chescake de fresa para que te sientas bien.

Nuevamente dejó un beso en su frente. Seokmin se levantó, escuchó sus pasos alejarse. Tenía tantas ganas de pararse y abrazar a Soobin. Darle las gracias por estar a su lado, por siempre traer su desayuno y abrazarlo cuando el llanto era más fuerte que él. Sin embargo, era tan difícil levantarse, realmente quería hacerlo pero los recuerdos invaden su mente. Realmente lo que dijo aquella enfermera sería cierto? Realmente su destino desde un inicio fue no ser feliz? Entonces, si fuera así su padre estaría vivo, Sunghoon también y quizás a su madre nunca le habría dado cáncer. Sí, esto lo había pensado desde hace unos días, los mismos pensamientos rondando su cabeza. El miedo de arruinar la vida de alguien más pesaba en su mente. ¿Podría arruinar a Soobin? ¿A Beomgyu, a Sunoo, a Kai? ¿Realmente merecía vivir? ¿Por qué no podría ser feliz? Él nunca había hecho daño a nadie. Siempre fue respetuoso, fue callado y nunca reprochó nada. ¿Por qué su vida había tomado ese rumbo? Desearía que Sunghoon estuviera ahí con él.

Cuando la soledad reinaba en aquella casa, Jake se levantó para darse un baño. Él era fuerte, él podía con esto, él no podía defraudar a su padre. El tenía que ser feliz aunque no tenía razón para serlo.

Se miró al espejo, sus clavículas se marcaban en su piel, su barbilla era más prominente y sus ojos estaban hinchados. La imagen de Sunghoon golpeado minutos antes de morir llegó a su mente. ¿Cuánto dolor había soportado? Su cuerpo en aquella foto estaba empapado de sangre. Hoon también había sufrido, él tampoco era feliz, pero ¿Por qué tuvo que morir así? Una muerte dolorosa y tragica.

Movió su cabeza. No debía de pensar en eso, Sunghoon no estaría feliz de verlo así de triste. Dejó de mirarse al espejo y abrió el grifo para lavar su cara. Cerró los ojos cuando el agua tibia hizo contacto con su piel, con los ojos cerrados tomó el jabón de piel. Sintió un hincón en su dedo mas no le tomó importancia. Cuando nuevamente el agua limpió su rostro, abrió sus ojos y
miró el lavadero. Un hilo de sangre, muy delgado en realidad, caía de su dedo. Se había cortado con la hoja rasuradora.

El dolor de aquella cortada fue poca. Nada comparado a lo que le pasó a Sunghoon.

Entonces, si sentía el dolor de Sunghoon. ¿Quizás alguna vez podría perdonarlo por haberle hecho tanto daño? No sabía, pero nada perdía en averiguarlo. Sin pensarlo dos veces, llenó la bañera de agua mientras miraba su muñeca. Cuando estaba en secundaría un chico de su clase de inglés se cortaba. ¿Realmente se sentía bien? ¿Era reconfortante? El chico era más alto que Jake sin embargo cuando se encontraron en el baño y este descubriera a un adolescente Sim mirando su muñeca, este sonrió. "Niño... cada uno tiene su forma de vivir su dolor. Esto me calma, quizás algún día me entiendas"