¿YABOSEYO?

OTOKE

Te dije que me esperases fuera Mis ojos se abrieron como platos. ¡Mierda! No me acordaba de que había salido del local a buscarla... En cuanto vi a Yeo Jin me olvidé por completo. No esperaba verla allí. Les había dicho a ella y a su estúpido esposo que los vería en la After Party, pero desde luego no creía que realmente vinieran... Y mucho menos que viniera sola.

Lo sé, lo siento, es que... Me encontré con ella en la puerta y no quise dejarla sola, ya sabes... no conoce a nadie Ella lanzó una mirada heladora en dirección a Yeo Jin y volvió a mirarme.

¿Y quién es ella? Vuelta a empezar. Los celos a atacan de nuevo.

Es la vieja amiga de la que te hablé

¿Con la que quedaste para comer y cenar? Preguntó entornando los ojos.

Sí, te la presenté tras el desfile también. No tienes de qué preocuparte ma chèrie Antes de que pudiera reaccionar tenía sus labios sobre los míos. Creo que incomodidad no es suficiente para describir lo que sentí en ese momento. Me separé de ella con la menor brusquedad posible, de reojo podía ver que Yeo Jin se había girado hacia otro lado y parecía incómoda... Lógico.

Vous voulez danser? Me susurró al oído de forma sensual, si no fuera porque Yeo Jin estaba a apenas un metro de nosotras me hubiera encendido. Antes de poder responderle me estaba arrastrando a la pista de baile. Intenté decirle algo a Yeo Jin pero la distancia y la música impidió que llegara algo a sus oídos.

Bailé con ella, no me quedaba otra. Tenía sus brazos alrededor de mi cuello y mis caderas terminaron moviéndose al ritmo de las suyas. Esto me recordaba demasiado a... Miré hacia donde estaba Yeo Jin para distraer y enfriar mi mente. No quería calentarme, no mientras ella siguiera allí. La ví bebiendo de un vaso que tenía más cantidad que antes ¿Había pedido otro? ¿Tan rápido?

Pronto la perdí de vista. Decenas de personas se arremolinaban en la pista de baile, era imposible no tropezar con nadie. Sentí unos labios húmedos sobre los míos y una lengua introduciéndose en mi boca. Mi objetivo principal de no calentarme desapareció de mi mente. Le seguí el beso, que se iba volviendo cada vez más y más apasionado. Le mordisqueé la mandíbula, debajo de la barbilla, en el cuello, succioné su lóbulo... No se cuánto tiempo pasó ni cómo, pero la siguiente vez que miré a Yeo Jin estaba sobre la barra, con la cabeza apoyada en sus antebrazos.

No se movía, no reaccionaba. ¡Aparté a mi novia y corrí hacia ella Yeo Jin La zarandeé un poco ¡Yeo Jin! La intenté incorporar como pude y por fin reaccionó, o lo más parecido a una reacción que hizo hasta ahora. Levantó la cabeza y me miró... intentó mirarme. No conseguía enfocarme y se le cerraban los párpados Mierda... ¿Cuánto has bebido idiota? Le grité. Sus ojos se trasladaron de mí a un punto a mi lado.

¿Qué estás haciendo? Dijo molesta y con los brazos cruzados.

¿Acaso no lo ves? Dije tratando de poner en pie a Yeo Jin No empieces con una de tus estúpidas escenas de celos porque te conozco

¿Qué? Dijo toda ofendida. Yo puse los ojos en blanco. Sí, como que no sabía de lo que estaba hablando.

Voy a llevarla a su casa, te veo en el hotel Y sin una palabra más me dirigí a la salida, prácticamente arrastrando a Yeo Jin.

Olivia-ah... Dijo con voz pastosa tan cerca de mi cuello que sentí su aliento, lo que me produjo escalofríos. Estaba aguantando casi todo su peso en mí. Conseguí sacarla del hotel. Ahora sólo era cuestión de llamar a un taxi y enviarla a casa. Olivia-ah... Volvió a decir, esta vez susurrando y abrazándose a mí.

Yeo Jin por favor Intenté soltarme, pero era imposible, se aferraba a mi como un niño a su madre. Ven Le dije. Lo mejor era alejarse de allí. No quería arriesgarme a que mi novia nos siguiera y nos viera en esa situación tan... extraña. Caminamos un par de manzanas hasta la entrada de un pequeño parque Quédate aquí y no te muevas La obligué a sentarse en un banco mientras yo llamaba a un taxi. Aunque fue una orden estúpida. ¿Cómo se iba a mover si apenas podía caminar?