FICHIER

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Me sudaban las manos. Los nervios hacían que no pudiera dejar de moverme en el asiento. La luz que indicaba que hay que tener puesto el cinto de seguridad estaba encendido. Miré por la ventana y vi las casas cada vez más cerca. Todo era tan distinto, tan típicamente europeo. Nunca antes había salido de Asia. ¿Estaba loca? Es muy probable que sí, pero ya no había vuelta atrás. Un golpe indicó que el avión había tocado tierra. Respiré aliviada, nunca me gustó volar en avión.

Una media hora más tarde estaba arrastrando mi maleta en dirección a la parada de taxis. El taxista me ayudó a meter mi equipaje en el maletero y yo le enseñé un papel con la dirección de mi hotel. Sólo hablaba francés así que el viaje transcurrió en silencio.

Llegué al hotel y rápidamente me dieron la llave de mi habitación y subieron mi equipaje. El hombre de la recepción me habló en inglés y me aconsejó varios lugares para visitar, yo sonreía y asentía, pero no le estaba escuchando. No me interesaba lo que pudiera decirme, no estaba aquí de turismo.

Tomé un sorbo de mi té mientras miraba a la gente pasar. ¿En qué estaba pensando cuando vine? París es una ciudad muy grande, con millones de habitantes. ¿Cómo mierda iba a encontrar a Olivia aquí? Ni siquiera sabía por dónde empezar...

Me puse a pensar. ¿Dónde podría buscar? Moda: Sedes de revistas, lugares donde se celebren desfiles, el barrio donde vive la gente con dinero... ¡Ya lo tengo! Empezaría por la sede central de la marca de ropa para la que trabaja. En la cafetería había wi-fi gratis así que pude buscar todas esas direcciones en mi móvil y las fui anotando en una servilleta. La búsqueda comenzaba.

Lo siento, no tenemos esa información y aunque la tuviéramos no podríamos proporcionársela Una secretaria con una escalofriante sonrisa me repitió en inglés con acento francés lo que llevaba escuchando los últimos 3 días. Ya sabía que iba a ser difícil encontrar su dirección, pero parecía que nadie estaba dispuesto a darme siquiera su número de teléfono de Francia. ¿Acaso tengo aspecto de asesina en serie?

Salí del edificio derrotada. Miré la servilleta en la que había anotado todas las direcciones, la cual ahora estaba llena de borrones y rota por todos lados. Se me habían acabado las ideas. Suspiré y miré al cielo. Estaba gris y amenazaba con lluvia. No contaba con que hiciera tanto frío cuando vine así que tuve que comprarme un abrigo para no morir congelada.

Empecé a caminar. ¿Hacia dónde? Ya no importaba. Ya no sabía qué hacer. Estaba en una ciudad donde poca gente me entendía y mi esperanza estaba empezando a agotarse. Vi la Torre Eiffel a lo lejos, tan alta y digna, como si se estuviera riendo de mí.

Tras casi 40 minutos llegué a una calle que me resultaba familiar. Me di cuenta de que era uno de los primeros lugares que visité, el lugar donde estaba la sede de la marca de ropa de Olivia. Vi el edificio aparecer por la esquina y me dirigí hacia él. Miré hacia dentro y vi a la secretaria que prácticamente me echó de allí el primer día. Estaba sola haciendo algo en el ordenador. Contestó al teléfono. Tras colgar se levantó y se fue. ¿Se fue?

Me acerqué un poco más y miré alrededor. No había nadie. Miré al techo y vi un par de cámaras enfocando a la entrada y a la mesa de la recepción. Era mi oportunidad. Me cubrí con la capucha de mi abrigo y agaché la cabeza para no ser vista por las cámaras. Entré decidida y me colé por detrás del mostrador, me senté en la silla y miré a la pantalla del ordenador. Estaba en francés. Mis esperanzas en un pozo...

Vi lo que parecía una lupa de esas que hay en los buscadores y una barra para escribir a su lado. No tenía nada que perder. Escribí Son Hye Joo y pulsé enter. Una carpeta apareció. La abrí y me encontré con más carpetas, cada una con un año distinto como título. Al final de todo vi un archivo PDF con el título fichier. Lo abrí.

¿YABOSEYO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora