Carta de amor sin tinta

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¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez?
No lo sé. Lo único que conozco hoy en día, es este extraño remordimiento que habita en mi mente, y un dolor incomparable que rige en mi corazón.
Sólo necesito saber la razón. ¿A dónde te has ido, y por qué no has contestado mis llamadas?
Todos estos últimos días, me levanto de la cama con los ojos llorosos, con un tremendo dolor de cabeza, e impotencia de moverme. 
Mi mirada apagada se atenta en el espejo. Mi fría respiración y la sensación de muerto en mis pulmones.
El sonido de las hojas volando con el viento. ¿Dónde estoy?
Parece una enorme tormenta, con montones de objetos huyendo de un lado a otro. Bailando a mi al rededor. El estruendoso sonido de éste imparable castigo.
Se iguala al odio que mencionaste.
Nada ha vuelto a la normalidad; desde que te fuiste, el té ya no tiene el mismo sabor. Ya no siento el mismo encanto de los libros. La música son ahora simples palabras sin sentido. Las salidas con amigos son sólo momentos de distracción.
Mientras más trato de olvidarte, tú nombre se recalca en mi mente con una enorme bofetada.

¿Cómo quieres que te deje de amar, si sigues sonriendo?
¿Cómo quieres que te olvide, si me sigues mintiendo?
Me dijiste que todo iba a estar bien, que nada iba a ser diferente. Me prometiste muchas cosas que no cumpliste.
Duele, sabes.
Duele ver como tienes el atrevimiento de sonreír, de hacer que esa linda sonrisa resplandezca mañana, más que el ayer, por siempre.

Que rápido pasa el tiempo, ¿no crees?
Siquiera pensar que ayer estábamos hablando, y hoy; parecemos unos completos desconocidos, que se conocen muy bien.

Pensar que ayer sólo quería amistad, sólo quería verte sonreír y no imaginaba más, y hoy... hoy sueño con amor. 
Hoy sueño con tus abrazos y tus miradas; sueño con un mundo donde sólo habitemos los dos.
Sueño con mis lágrimas, y su cura autentica; tu sonrisa.
Sueño con tus oscuros ojos, y tu cabello.
Sueño con tu voz y tus manos.
Hoy no vivo, hoy no camino.
Puede que me mantenga callado, ausente; puede que sea cortante y distante, pero puedo sentir aún más lo frío de tu corazón y lo ardiente de tu mente.
Puede que hoy no te vea, que hoy no te escuche; puede que hoy no te sienta, que no sienta tu mano rozar con la mía.
Hoy sólo soy nada, hoy sólo soy tuyo; sólo puedo habitar en tu mente y en la miseria. Sólo depende de en cuál de las dos me quieras.
Si me lo pides, puedo crearte una casa en mi corazón, una familia en mi mente, y una amistad en mis ojos.
Puede que hoy sienta tu dolor; tus heridas son parte mías, tu sangre tinta vuelve a pintar.
Tú, tu mirada y tus palabras, ya; no siento necesidad de llorar, sólo quiero sonreír.
Tú, tus manos apuntar, un nuevo continente que explorar. 

Claro que lo recuerdo; recuerdo cuando nos conocimos, cuando reíamos, cuando salimos, cuando hablamos, cuando sonreías, cuando nos besamos por primera vez. Lo recuerdo todo. 
Recuerdo tu mirada, recuerdo nuestros momentos de locura y falta de cordura. Recuerdo hasta el más minimo detalle; todavía recuerdo tu voz.

Claramente, no es lo único que recuerdo desde que todo esto; todo esto que nos envuelve, mpezó.
También me sé de memoria que te he escrito más de 11 cartas que has leído. 27 escritos que te he dedicado, 1 libros con cada detalle; 460 páginas, 230 hojas, 208876 palabras, 14678 comas, 15064 puntos, 3596 signos de exclamación/interrogación, 8 emociones, 2 sentimientos, 1 persona.
Me sé tu nombre completo, me sé lo que te gusta, tus colores favoritos, tus bandas favoritas; me sé todo lo más insignificante. Y no me tomes a mal, querida. 
Recuerdo las platicas que hemos tenido, recuerdo lo tanto que te gusta leer, recuerdo tus expresiones y tu enojos. Recuerdo lo que te desespera. Recuerdo cada sentimiento que sale a través de tus ojos.
Recuerdo tus emociones al leerme, al escuchar, al sonreír.
Me acuerdo de cada momento y lugar que vivimos juntos.
Recuerdo los lugares a los que hemos visitado, recuerdo nuestros mensajes, recuerdo los días que hemos llorado y reído como unos locos desdichados, recuerdo la única vez que te enfadaste conmigo, recuerdo siempre haberte pedido perdón. Recuerdo que jamás te he faltado el respeto, ni viseversa. Recuerdo lo que dices, recuerdo tus lugares más queridos, recuerdo la gran mayoría de cosas que me has contado.

He soñado contigo, he soñado sin ti; he despertado llorando o con una sonrisa dibujada en mi rostro. He dormido pensando en ti, y me he despertado pensando en ti.
En los jardines, me acuerdo de ti. En los parques, me acuerdo de ti. En distintos lugares me acuerdo de ti.
Recuerdo nuestras locas platicas, nuestros raros inventos, nuestras burlas; recuerdo nuestros dibujos, nuestras canciones, recuerdo nuestras cartas, nuestros mensajes.
Suelo escuchar aquella canción que tanto nos gusta, y de la nada rompo en llanto. 
Me acuerdo de tus lágrimas, tu felicidad, me acuerdo de tus bostezos, me acuerdo de tus abrazos, tu forma de jugar con tu cabello; esa forma que manipulabas mi ser y mi manera de ver el mundo. Me acuerdo de tus caminatas, tus movimientos de manos. La forma en que escribes, me acuerdo de tus dibujos al igual que tus canciones. Me acuerdo de las flores que tanto te gustan, de tus pulseras, de las plantas que tanto deseas; me acuerdo de tus temas, me acuerdo de tu pasado, tus gustos. ¡Vaya que me acuerdo de tantas cosas!
Sé los asientos en los que hemos estado, sé por donde hemos caminado, sé donde hemos reído, sé donde hemos soñado. Lo sé todo.
Recuerdo tu tono de voz, tus parpadeos.
Me sé tus películas favoritas, tus libros favoritos, tus comidas favoritas. 
Me acuerdo de tu cabello, de tus ojos, de tu boca; me acuerdo de tu pequeña nariz, de tu voz, de cada una de tus pestañas, me acuerdo de cada pensamiento que tienes. Me acuerdo de tus locuras al igual que tus genialidades. Me acuerdo de las enseñanzas que me has dado. Me acuerdo de los momentos que hemos convivido, al igual que esos horribles momentos alejados.
Y es en ese punto que recuerdo de lo tan hermosa que es la vida.
Porque me acuerdo de ti.
Sólo quiero volver por el tiempo, regresar a aquél día en que todo comenzó; sólo observar cómo la magia hizo efecto. Sin interrumpir el momento y dejar que todo ocurra. 
Sólo mirar el pasado, ver como tus ojos se conectaron con los míos, y entonces; la historia empezó.
Vamos, despertemos sin dudarlo más. Caminemos por senderos, respiremos el ambiente y miremos más. Aprendamos a nacer y a morir. Olvidemos todas aquellas formas en las que nos podemos alejar. 
Aprendamos a hablar, aprendamos a pensar.
Seamos sólo tú, y yo. En una galaxia distinta a ésta. Dónde podamos abrazarnos sin miedo, dónde podamos mirarnos sin congelar el tiempo junto con nuestras acciones.

Hoy yo no soy nada, hoy puede que no viva; pero a tu lado, simplemente existo.
Volver a mirarte y perder toda la mente. Volverme loco con sed de ti, de tu voz y de tu amor.

Hoy sólo quisiera volver a estar junto a ti.

Cartas a destiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora