About Last Night / 𝐉𝐞𝐚𝐧 𝐊𝐢𝐫𝐬𝐜𝐡𝐭𝐞𝐢𝐧

Capítulo veinticinco

⚠️ TW: MENCIÓN DE SANGRE Y HERIDAS GRÁFICAS, LOS PENSAMIENTOS DE LA PROTAGONISTA SE DEBEN A LA SITUACIÓN QUE ESTÁ ENFRENTANDO, NO ESTOY A FAVOR NI PROMUEVO NINGUNO DE ELLOS.

Me encantaría decir que perdimos a los tipos extraños que lucían terriblemente ansiosos por atravesarnos el cuerpo con plomo caliente.

Tristemente no fue así y en el camino me había visto obligada a hacerme a la idea de que tendría que herir a aquellas personas si volvían a amenazar a alguno de mis amigos, sin embargo, no podía tragármelo del todo, matar...estaba mal...

¿Seguía estando mal si era para cuidar a la gente que quería?

No tenía mucho tiempo para pensar en ello desde que el capitán Levi había herido el orgullo de aquellas personas y ahora parecían empeñadas en matarnos a todos.

Estaba cansándome de esquivar balas a diestra y siniestra, sabía que llegaría un momento en el que no lo haría más y mi suerte terminaría ahí.

— ¡Ellie cuidado! — escuché a mi lado.

Mi equipo falló y fui a parar a una carreta en donde Armin y Jean estaban peleando con una mujer armada.

El golpe desconcertó a la mujer y una de sus pistolas salió directo a la mano de Jean, quién la sostuvo amenazante apuntando a su cabeza, las manos le temblaban mientras le apuntaba a la cabeza, sus ojos se desviaron hacia los míos por un microsegundo antes de colocar su dedo en el gatillo pues la mujer ya había salido del trance que mi caída le había causado y también le apuntaba.

— ¡Jean!

La cosa más lógica era disparar primero, pero Jean no se movía de donde estaba y la mujer comenzaba a acomodar el arma, el miedo me hizo analizar la carreta, buscando cualquier cosa para defenderlo, no tenía nada a la mano más que las cuchillas de mi equipo de maniobras... todo pasaba frente a mí demasiado lento, sabía lo que iba a pasar, lo sabía y quería gritar por ello porque no había manera de que mi cuchilla llegara antes, no podría hacerlo.

No podría hacerlo.

No podría salvarlo.

Nuestros ojos volvieron a encontrarse y yo sentí la realidad golpearme con fuerza al saber lo que pasaría, no podría con aquello, aún era muy pronto y esa persona ni siquiera era un titán, Jean no podía morir así, no frente a mí, no cuando intentábamos hacer lo correcto, levanté la cuchilla dispuesta a lanzarla, apuntando a un lugar del que probablemente no se recuperaría.

Tomé impulso.

Un estruendo me obligó a cerrar los ojos por unos segundos y quise vomitar cuando, aún detrás del cuerpo de Armin un líquido tibio y espeso me salpicó el rostro, me dieron náuseas al pensar que aquella sangre era de una persona y me obligué a abrir los ojos al caer en cuenta de que había altas probabilidades de que la sangre fuese de Jean.

Tardé unos momentos en comprender lo que había pasado, él arma seguía en las manos de Jean pero no había señales de que la hubiese disparado, sin embargo, la mujer yacía inerte en el suelo de la carreta, Armin era quien había disparado, también estaba salpicado y casi tan inmóvil como la mujer frente a nosotros.

Santo...

Mi mente estaba nublada y supuse que la del rubio se encontraría aún más, aún así encontré mi camino hasta Jean mientras la carreta frenaba y le tomé el rostro con mis temblorosas manos.

— ¿Estás bien? ¿Te hicieron daño? ¿Cómo te sientes? — las preguntas salían de mi boca sin poder controlarlas y me encontraba tan temblorosa que podrían pensar que a la que le apuntaban con un arma había sido a mí.