About Last Night / 𝐉𝐞𝐚𝐧 𝐊𝐢𝐫𝐬𝐜𝐡𝐭𝐞𝐢𝐧

Capítulo treinta y cuatro

El invierno llegó y entre mejoras y viajes a Shiganshina para comenzar a restaurar el distrito, la comandante Hange tuvo algo parecido a un golpe de inspiración es ideó un arma para deshacerse de los titanes que llegaran a acercarse a la muralla sin necesidad de poner en riesgo a los soldados, usando la habilidad de endurecerse del titán de Eren lograron hacer varias trampas y eventualmente nos deshicimos de los titanes por completo.

Mikasa y el castaño habían cambiando sus interacciones, era demasiado sutil como para notarlo sin poner atención, pero era mi amiga y yo había aprendido a poner atención a cada mínimo detalle de lo que pasaba a mi alrededor como para no darme cuenta.

Para ese momento caí en cuenta de que Jean y yo habíamos sido demasiado obvios todo este tiempo y agradecí que el capitán Levi no hubiese decidido darnos una paliza por ello.

Me sentía feliz por la pelinegra, se le veía incluso más relajada y su expresión de tristeza cambiaba por una más calma y alegre.

Dentro de descubrimientos no tan alegres, ahora sabíamos que nuestro entrenador de cuando éramos cadetes, Keith Shadis, había conocido al padre de Eren, el hombre había sido encontrado fuera de las murallas sin una sola memoria, al final, Shadis le había ayudado a establecerse como doctor e incluso le había presentado a quien después se convertiría en su esposa, la plática había sido algo triste tras enterarnos de lo que el propio Shadis pensaba de si mismo.

Finalmente no habíamos conseguido mucho más que un poco de relleno a la historia de quién era Grisha Jeagger y cómo era que había llegado de Marley hasta Paradis, gracias a Eren sabíamos que tenía otra familia y que su primer hijo lo había entregado con el gobierno de Marley. Nos fuimos de ahí y volvimos al cuartel.

En otros asuntos, Jean y yo habíamos acordado ir a su casa una vez que tuviésemos días libres, él había regresado un par de días después de la ceremonia de la recuperación del muro María, debo de admitir que en ese momento entré en pánico y rechacé su oferta diciendo que tanto él como Sasha volverían a sus casas un tiempo y estuviesen con sus familias sin distracciones, los que nos quedáramos haríamos el trabajo faltante en el cuartel.

No indagó más en ese momento y yo agradecí aquello, sin embargo, una vez que volvió —y al no tener mucho que hacer ahora que habían suspendido las expediciones— nos pasamos un buen rato hablando de ello y de cómo nos sentíamos al respecto.

Acordamos que volvería con él la próxima vez, era extraño, como la relación había avanzado, supuse que pasar por tanto terminaba por hacer que ambas partes maduraran a un ritmo más veloz.

***

— ¿Emocionado? — le pregunté a Armin mientras Jean me ayudaba con uno de mis arneses y yo le ayudaba a él con uno de los suyos.

El rubio asintió con una sonrisa tremendamente contagiosa mientras terminaba de acomodarse la capa.

Habíamos sobrevivido al año más ajetreado y duro de nuestras vidas (al menos en ese momento) y por fin la nieve abandonaba el ambiente para darle paso a un sol un poco más cálido, por lo que el capitán Levi y la comandante Hange habían planeado una expedición hasta la ¿playa? La habían llamado de esa manera.

El punto era que, ahí donde empieza el mar, normalmente hay arena y a eso se le conoce como playa, Armin estaba emocionadísimo y nos contagiaba a todos con su buen humor, incluso a Eren, quien había estado rarísimo últimamente; yo aún no podía dejar de pensar en ese corto momento donde al tocarlo juraría que un disparo resonó en el lugar, sin embargo no me atrevía a preguntarle si también lo había escuchado o siquiera contarle a alguien acerca de ello.