Capítulo veinticuatro

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— Eres un buen doble ¿te lo había mencionado? — hablé intentando esconder lo nerviosa que me sentía.

Jean (que ahora lucía como Eren) me miró con una sonrisa y le dio un apretón a nuestras manos discretamente enlazadas, estábamos frente a todos, era lo máximo que podría hacer sin levantar sospechas, en aquel momento (y si hubiese sabido todo lo que pasaría después) yo sólo quería abrazarlo con fuerza y detenerlo antes de que se subiera a aquella carreta.

Armin también estaba ahí, vestido como Historia y el parecido que tenía con ella era sorprendente, tenía un poco más de miedo por él... ahora era una chica en un mundo que era injusto con nosotras más veces de lo que lo era con los hombres, estaba preocupada por que pudieran hacerle daño.

— Odio esto, yo no me parezco a Eren. — se quejó Jean sacándome de mis pensamientos.

Yo sonreí, un tanto aliviada porque Jean siguiera siendo Jean después de todo, le lanzó una mirada a mis muñecas, seguían vendadas a pesar de que, como me habían dicho, gracias a la pomada estaban curándose bastante rápido, no me gustaba verlas, la piel estaba rojiza e irregular y aquello me causaba algo no sabía cómo explicarlo pero prefería esconderlo de los demás.

— No mueras ¿de acuerdo? Ninguno de los dos. — pedí, mirando también a Armin que ya se había acercado a nosotros, el rubio puso una mano en mi hombro y asintió para volver con Eren y Mikasa unos pasos más alejados.

— Creo que eso debería pedírtelo a ti, no mueras ¿vale? — pidió Jean y supe que hablaba más enserio que nunca.

— Lo estaré, yo no soy la que fingirá ser un blanco buscado por el gobierno, estaré bien.

Finalmente nos separamos y Eren e Historia subieron a su carruaje, después el falso Eren y la falsa Historia subieron a la carreta que seguiríamos y pretenderíamos que era la que llevaba a los verdaderos.

El plan era fácil de entender, ahora que sabíamos que incluso el gobierno quería a Eren para algo, debíamos andarnos con cuidado, porque la legión no tenía en quien confiar, la persona que nos había confiado todos los secretos que escondía el rey de los muros había sido encontrado muerto.

Y ahora teníamos un panorama algo más claro de lo que podían querer con Eren y hasta donde sabía...la policía militar estaba haciendo conspiraciones extrañas que ponían en riesgo a todos. Por lo que debíamos frustrar sus planes manteniéndolos alejados de nuestros amigos.

Claro, si todo salía de acuerdo al plan.

Yo de verdad quería creer que saldría bien, debía aferrarme a que todo saldría de acuerdo al plan porque de lo contrario sólo había dos destinos para todos nosotros, ir a la prisión o morir en el intento, aunque claro...podrían matarnos por traición pero, era una forma de morir a la que nunca me había hecho la idea. Estaba acostumbrada a pensar que moriría de una manera horrible dentro del estómago de un titán, o dolorosamente aplastada en una situación bastante similar a la anterior.

El plan había estado yendo a la perfección, tenían a Armin y a Jean creyéndolos alguien más y nuestro trabajo era hacer que nos dijeran lo que sabían, por lo que nuestro trabajo era vigilar hasta el momento justo y después irrumpir en la bodega donde los tenían, no podía dejar e sentirme nerviosa por Jean, no quería que le pasara nada, tampoco a Armin, era mi amigo.

— Estarán bien Ellie, el plan va bien. — consoló Sasha una vez que estuvimos en posición.

— Yo... yo lo sé pero... es difícil aún así. — respondí yo mientras seguía escaneando mis alrededores.

Desde lo que había pasado en Shiganshina con Reiner, Berthold y el otro tipo, me había dado la tarea de prestar más atención a todo, siempre había tenido buenos reflejos pero ahora no podía permitirme fallar o dudar, lo que pudo haber pasado se sumaba a mi larga lista de temores y pesadillas, así que había hecho todo lo posible por no ser vulnerable de nuevo, lo que me había llevado al punto en el que me encontraba en ese momento, sabía observar, escuchar y sentir para reaccionar lo más rápido que pudiera.

About Last Night /  𝐉𝐞𝐚𝐧 𝐊𝐢𝐫𝐬𝐜𝐡𝐭𝐞𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora