Capítulo cuarenta y uno

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Eren desapareció esa misma noche.

No teníamos idea de a dónde pudo haber ido a parar o si le había pasado algo, no dejó rastros, después de despertarnos y darnos, un para nada amigable, golpe, el capitán Levi nos había hecho buscar a Eren por los alrededores, sin embargo no encontramos nada.

Mikasa y Armin eran los más afectados, en especial la pelinegra, algo me decía que se estaba culpando por algo pero no podía decir exactamente qué y Mikasa Ackerman era una tumba a menos de que quisiera compartir lo que pensaba.

La ansiedad por la desaparición de Eren junto con los efectos del alcohol hacían estragos con todos nosotros mientras lo buscábamos.

— No lo vuelvo a hacer. — habló Sasha sujetándose la cabeza al caminar.

Sonreí divertida por la situación, aunque, para ser honesta, yo tampoco la estaba pasando tan bien, tenía náuseas y el estómago todo revuelto, era menos que en el barco, pero aún así, buscar a Eren no era mi ideal.

— Secundo. — musité. — ¿Lo ves?

— Nada ¿qué demonios pensaba cuando lo hizo? — respondió ella con las manos en la cadera.

— No lo sé, ya ves, estaba raro desde hacía tiempo, a lo mejor y quería despejarse... — le digo, no sintiéndome muy segura de mi respuesta — Estaré aquí un buen tiempo, en algún momento lo habremos de encontrar.

Sasha asintió, ninguna dejó de buscar, una parte de mí quería encontrar a Eren ese mismo día y volver al plan original, sin alteraciones otra quería dejarse caer ahí mismo, aceptar que estaba exhausta, y que mi cabeza iba a explotar en cualquier momento.

— Si te soy honesta estoy más preocupada por Mikasa... — suspiré pensando en mi amiga y su semblante triste nuevamente.

— Estúpido Eren, a veces no sé qué es lo que pasa por su cabeza. — farfulló ella molesta, asentí indicándole que estaba de acuerdo.

Miré las puertas que daban hacia el barrio de los eldianos y tomé la mano de Sasha, de todos los lugares, era al que no podíamos entrar, el capitán Levi y Hange habían acordado que era mejor para nosotros alejarnos de ellos, en caso de que pudiésemos levantar sospechas de alguna manera. No pude evitar mirar hacia adentro con algo de curiosidad.

— ¿Habrán peleado? — pregunté al aire. — Tal vez salió a dar una vuelta, se molestó con Mikasa y ahora está por ahí arrepintiéndose.

— No lo sé, más le vale que sea eso y vuelva en cuanto ponga los pies sobre la tierra. — respondió Sasha. — Hay veces en las que tengo miedo de lo que pueda pasar por su mente ¿sabes? Tal vez lo han presionado mucho.

***

Eren no regresó esa noche, ni la siguiente, ni a la siguiente, los nervios eran un sentimiento frecuente y para cuando Jean y yo tuvimos que tomar nuestro papel de encubiertos y dirigirnos a la pequeña casa en la que nos quedaríamos, una parte de mí se había resignado a que no encontraríamos a Eren, otra quería seguir buscándolo, era nuestro amigo a fin de cuentas, no me gustaba esa sensación extraña al fondo de mi cabeza que me decía que debíamos estarle salvando el trasero de Eren una vez más.

— ¿Señora Muller? ¿Está escuchándome? — preguntó una voz fuera de mi mente.

Sacudí la cabeza, abandonando mis pensamientos para concentrarme en el hombre que hablaba conmigo, desconcertada al escuchar el "señora" salir de sus labios para dirigirse a mí, Jean me juntó más a él a modo de recordarme que por el momento, él no era Jean Kirschtein y yo no era Ellie Cassel.

About Last Night /  𝐉𝐞𝐚𝐧 𝐊𝐢𝐫𝐬𝐜𝐡𝐭𝐞𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora