7. "Un Piso Para Él Solo"

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Año 2401, Enero.
Siglo XXV
100 años después de la guerra.
Lo que alguna vez fue Estados Unidos.
Queens

Seth y yo perseguimos a Ferran, Greg se queda fuera, según él, porque no le gustan los espacios pequeños con mucha gente.

Subimos diez escalones y ya estamos en la enfermería.

- Ferran, te he dicho que no puedes usar esa puerta a la ligera. - Le reprende la enfermera.

- Lo siento, Mary, pero es una emergencia. - Ferran me señala. - Tiene el tobillo lastimado y las muñecas también.

La enfermera me hace una seña para que me siente en la camilla que está frente a ella.

- Te he visto más veces de las que puedo contar... - Mary me señala.ñ mientras ríe.

Han sido tres veces, sólo tres.

- Sí... - Asiento.

- No comprendo cómo te lastimaste las muñecas. - Ella niega, examinándolas. - ¿Tus vendas estaban muy apretadas? - Frunce su ceño.

- Un poco. - Volteo a ver a Seth, que asiente.

- Ferran, tú vas a ponerle las vendas, quiero que no estén tan apretadas. - Ella voltea para ver a Ferran. - Y tú - Me ve a mí. - Si en una semana tus muñecas no han mejorado, tendremos que examinarte más a fondo. - Me informa.

- Seth también me las puede poner... Él me ayudó y se dio cuenta de que estaban muy apretadas. - Digo, señalando a Seth, aunque sin mirarlo.

- Bueno... No lo sabía, sugerí a Ferran porque siempre se la pasa aquí, sabe la manera correcta de poner vendas, pero si consideras que este chico puede hacerlo, también sirve. - Ella se encoge de hombros.

Asiento, sin decir nada.

- Gracias, Mary. - Ferran le sonríe y le da un abrazo.

- Pueden retirarse. - Ella nos sonríe y los tres salimos por donde entramos.

Seth va a mi lado y Ferran detrás de nosotros.

De vuelta al pasillo, no sé qué hacer, ni qué camino tomar.

- Yo debo hablar con alguien. - Seth informa, yendo por uno de los pasillos.

- Te veo luego. - Susurro.

- Claro. - Asiente y me sonríe. - Adiós. - Se despide de Ferran.

Ferran asiente en su dirección, con los brazos cruzados. Qué tensión.

- Vamos, te llevaré a tu habitación. - Ferran me hace una seña para que lo siga.

Ambos empezamos a caminar por el pasillo contrario al que Seth se ha ido.

- Entonces... - Digo.

- ¿Uhm? - Sigue caminando.

- Sé que tú y Makayla no son novios en realidad. - Susurro y me detengo, él hace lo mismo.

- ¿Cómo se supone que te enteraste? - Frunce el ceño.

- Yo... ¿Es cierto? - Me cruzo de brazos y él asiente. - ¿Por qué no me dijiste?

- Porque... De cualquier manera ibas a odiarme, Lea. Con novia o no, siendo idiota o no, sabiendo o no lo de tus padres. - Niega.

- Yo no... Te odio. - También niego. ¿O sí? Quizás sólo le tengo repudio.

- Si te caigo mal con sólo conocerme dos semanas, si me conoces el resto que no sabes sobre mí, Lea, terminarás odiándome por el resto de tu vida. - Se aleja.

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