6. "Tómalo como un regalo."

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Año 2401, Enero.
Siglo XXV
100 años después de la guerra.
Lo que alguna vez fue Estados Unidos.
Queens.

— ¿Qué sucede? — Le pregunto, sentándome frente a él.

— Quería felicitarte, el día de hoy has dado lo mejor de tí y por primera vez alguien le ha ganado a Ferran. — Él sonríe.

Esa sonrisa no me da ninguna confianza, Darek es un tipo que hay que tratar con mucho cuidado, algo está planeando.

— Pues gracias, me costó mucho ganarle. — Asiento.

— O quizás a él le costó mucho perder. — Deja la frase en el aire.

— ¿Qué? — ¿Costarle perder? Ni que...

— No te hagas la que no sabes, en cinco años nadie le había ganado a Ferran en Este juego, apareces tú y le ganas, estando dos semanas aquí ¿Cómo sería posible que le ganaras? — Darek se levanta.

— Estás insinuando que me dejó ganar. — Afirmo, más para mí misma.

— Tú y yo sabemos que Ferran tiene algo contigo, aún no sé qué sea pero lo descubriré, algo parecido a la culpa, quizás. — Lo último lo susurra, pero igual puedo oírlo.

— ¿Por qué debería sentir culpa por mí? — Me cruzo de brazos.

— Por... Nada, no importa. — Dice, agitando una mano en el aire. — Nos vemos en la cena. — Me da una sonrisa y se retira.

Quién diría que sólo es guapo y ya, menudo idiota.

Entro al baño para ducharme, arrastrarme por el césped de un parque abandonado no era muy higiénico pero si es para sobrevivir, tengo que hacer sacrificios.

Al salir de ducharme me visto con mi ropa de siempre, tengo siete mudas de ropa, una para cada día, mientras uso una, las demás están en lavandería para ser lavadas.

La ropa de hoy son unos pantalones largos negros y una camiseta sin mangas gris oscuro.

Me desenredo el cabello y salgo para cenar.

Al llegar al comedor me encuentro con absolutamente todas las mesas ocupadas.

Y me encuentro también con un gran dilema.

A mi lado derecho está Mayra en una mesa con unos amigos, a mi lado izquierdo está Keila, pidiéndome que me siente con ella, ¿El problema? Ferran y Darek están con ella.

¿Por qué yo debía sentarme con ellos? Son los instructores, debo mantener mis distancias.

Doy unos pasos hacia la derecha, pero me da pena, Keila parece no tener más nadie con quien hablar, a diferencia de Mayra.

Suspiro y me doy la vuelta, camino hacia Keila y me siento a su lado, con Ferran enfrente y Darek a un lado de él.

— ¿Cómo estás, Keila? — Sonrío, viéndola.

— Muy bien, Lea, gracias a tí. — Ella me devuelve la sonrisa y le da un sorbo a su bebida.

La cena no es de muchas pláticas, simplemente decimos una que otra cosa y cuando habla Darek no me molesto ni en escuchar.

— Mañana a la misma hora de siempre. — Me dice Keila, saliendo ambas del comedor, ella se va por el lado contrario al que yo voy, así que también empiezo a caminar.

— ¡Lea! — Ay no, otra vez no.

Me volteo para ver a Ferran corriendo hacia mí.

Al alcanzarme, se inclina y pone sus manos en sus rodillas.

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