Las Tres Naciones ✓

17. "Correr Riesgos"

Año 2401, Abril.
Siglo XXV.
100 años después de la guerra.
Lo que alguna vez fue Estados Unidos.
Queens.

Al levantarme en la mañana, recuerdo la pequeña conversación y el momento que tuve con Ferran.

Debería hablar con él, ser alguien un tanto madura.

No puedo esconderme en mi habitación o en mi oficina durante todo el día, como lo he estado haciendo.

Por otro lado, no puedo sólo enfocarme en eso, tengo trabajo y se supone que una vida... Aunque últimamente mi mente sólo piensa en él.

Cierro los ojos, que mal ha sonado en mi cabeza eso.

Esfumo esos pensamientos de mi cabeza y pienso en algo más importante, algo preocupante: las pesadillas.

Han vuelto, tenía pocos días sin tenerlas y de pronto, vuelven como nunca. Arrasando todo, haciéndome querer esconderme en mi oficina o mi cama.

Esta vez era más realista, era algo así como una guerra... El cielo era naranja, cenizas caían del cielo y la gente moría y gritaba. Algo realmente horrible, lo peor fue las personas que morían, porque ya no eran mis padres, eran mis amigos, era Greg, Tina y Keila, incluso Ferran salió herido y en el sueño me dolió muchísimo.

Greg, Tina y Keila morían, en el sueño no podía asimilarlo, de hecho, ni siquiera pudiese hacerlo en la vida real. Ferran acababa realmente destruído, tanto que daba dolor verlo.

Debo hablar con Mary, estas pesadillas no me agradan, así como las del tal Luke, no sé quién es, no conozco las voces que me dicen que me ayudarán, no entiendo el porqué sueño que gente importante para mí sale lastimada.

No comprendo muchas cosas y las dejo pasar, pero como dijo Mary, esto ya empieza a preocupar.

Un escalofrío recorre mi cuerpo y me estremezco. Una señal de que estos sueños no son buenos.

Suspiro y me levanto de la silla. Debo hacer algo productivo y aunque no quiera, debo salir.

Salgo de mi oficina y para mi mala suerte, veo que Ferran tiene su puerta entreabierta.

Paso de largo, pero lo que escucho no me gusta.

Son golpes y quejidos. Una pelea.

Me devuelvo y abro de par en par la puerta, para encontrarme con Ferran el suelo y Darek haciéndole una llave.

¿Qué carajos?

- ¿Qué sucede aquí? - Entro a la habitación tan rápido como puedo, acercándome a Darek.

- Lea... Tus recuerdos. - Ferran señala un frasco pequeño de color negro en el suelo, a un metro de mí.

¿Mis recuerdos? Los recuerdos de hace... Cinco años. Los recuerdos que me permitirán saber qué sucedió con Ferran en realidad... ¿Esos recuerdos?

Doy un paso lento y Darek suelta a Ferran para llegar al frasco.

Ferran lo toma por el tobillo y no lo deja llegar.

- ¡Lea! ¡Agárralo! - Me dice, apurándome.

Me lanzo al suelo y lo tomo en mis manos.

Los tengo en mis manos, con esto podré sentirme satisfecha, aún no sé qué haré con Ferran, pero sé que por lo menos, podré acordarme y recordar todo lo que pasó en esos meses, que ahora que lo pienso, sólo recuerdo la muerte de mis padres en ese año. No recuerdo otra cosa.

- Debes tomártelo, Lea. - Dice con dificultad Ferran, quien empieza de nuevo una pelea con Darek.

Me alejo un poco de ellos y abro el frasco.